El régimen de Daniel Ortega ha asestado este lunes otro golpe a la libertad de prensa en Nicaragua, al enviar a agentes antimotines a reprimir una conferencia de prensa de Carlos Fernando Chamorro. Los agentes agredieron al director de Confidencial, a su equipo, a periodistas que daban cobertura y defensoras de derechos humanos en una muestra del desafío diario que enfrentan para informar. Ese hecho da pie a que se augure un peor año en 2021 para la prensa que desde 2018 ha sufrido muerte, encarcelamientos, represión y judicialización.
La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) estaba acompañando a Chamorro en las afueras del edificio donde funcionaban los medios Confidencial y Esta Noche, y que desde diciembre el régimen mantiene confiscado. “Hay que valorar la decisión de Carlos Fernando, y los periodistas que le acompañaron de romper el esquema de represión que Daniel Ortega nos ha impuesto”, dijo la defensora a quien los oficiales no respetaron a pesar de ser una octogenaria.
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Para Ñúñez en el acto de ayer quedó demostrado que Ortega no tiene reparo en mostrar su perversidad y autoritarismo. “En Nicaragua nada está normal, la represión está incrementando y lo de ayer fue como realizar una inspección en tiempo real de los crímenes de la dictadura”, valoró, a la vez que mencionó lo peligroso que será 2021 para los periodistas al ser un año electoral. “Si 2020 es un año lleno de amenazas para el periodismo, 2021 aumentará”, dijo Núñez.
William Aragón, miembro de la Comisión Ejecutiva de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), coincide con el periodista Guillermo Cortés y Vilma Núñez en que este 2020, fue un año de persecución, acoso y judicialización de la labor periodística, pero teme por lo que pueda ocurrir en 2021. “Será más crítico”, dice el periodista y lo prevé porque estarán vigentes la Ley Especial de Ciberdelitos, Ley de Regulación de Agentes Extranjeros y la aprobación en primera legislatura del artículo 37 de la Constitución Política para que se establece la cadena perpetua.
“Desde ya avizoramos (para el 2021) una situación de persecución, acoso, intimidación, amenazas de muerte, encarcelamiento a los colegas periodistas y cierre de medios”, explicó Aragón.
También Guillermo Medrano, coordinador del área de Derechos Humanos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh) ve un peligroso 2021: “Si por la víspera se saca el día, en 2021 no vemos un buen año o un año de respeto hacia el ejercicio de la prensa principalmente que es un año electoral que se polariza la situación política en Nicaragua”.
Hay alarmas en los periodistas independientes de Nicaragua por lo que Ortega pueda hacerles. Hasta la fecha, Ortega ha hecho caso omiso a los llamados de la Unión Europea y Estados Unidos a que respeten las libertades de los nicaragüenses entre ellas la libertad de prensa. Datos de la FVBCh reflejan que en promedio al día hay una violación a la libertad de prensa.
Según la Fundación, hasta el 30 de noviembre de este año se registraron 344 casos de violaciones a la libertad de prensa. Estas violaciones las han reportado a instancias como la relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El periodista Guillermo Cortés, valora este año como negativo para el ejercicio de la labor, ya que la represión se ha expresado por medio de golpes, censura, capturas y judicialización de casos, como el de la periodista Kalua Salazar, de radio La Costeñísima, en Bluefields, quien debe de pagar 120 días multa, equivalentes a 7,684,58 córdobas (222,16 dólares) por su cobertura a una denuncia de un supuesto caso de corrupción en la Alcaldía de El Rama, gobernada por el Frente Sandinista.
“Este año ha sido de represión y más represión y lo más importante es que la dictadura no ha logrado silenciar al periodismo nicaragüense y esto es admirable realmente”, expuso Cortes.
En eso también coincide Vilma Núñez al decir que, pese a la represión y al asedio, hay una convicción de los periodistas por llevar información independiente a los nicaragüenses.
CONDENAN REPRESIÓN
Organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos condenaron la represión que sufrió ayer Carlos Fernando Chamorro, su esposa Desireé Elizondo, doña Vilma Núñez de Escorcia y periodistas. “Pocas imágenes que ilustran tan nítidamente la censura como aquellas en las que cuerpos policiales usan la fuerza para interrumpir una rueda de prensa de periodistas en frente de las instalaciones de su medio confiscado”, dijo el relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca.
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“Desde el Colectivo, repudiamos esta agresión policial en contra de las y los periodistas y defensoras de derechos humanos que se encontraban ejerciendo un derecho constitucional a la manifestación pacífica y a la libertad de expresión”, indicó el comunicado de la organización de derechos humanos.
El PCIN también condenó la agresión contra Chamorro y todos los periodistas, pero además denunció el ataque físico y psicológico que sufrió Nelson Sequeira, por agentes policiales “los que actuando bajo las órdenes de la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo reprimieron a Sequeira con la clara intención de que desistiera de continuar con sus labores de comunicación”.
El periodista Chamorro sufrió por segunda vez una embestida policiaca. El 15 de diciembre de 2018 se presentó a las oficinas de la Policía Orteguista, en Plaza El Sol, para exigir una explicación por el saqueo de sus medios, sin embargo la respuesta fue represión.
“No van a confiscar las ideas, no van a confiscar el periodismo nunca, no van a impedir que la prensa libre siga informando”, dijo Carlos Fernando Chamorro, luego ser agredido por un grupo de agentes antimotines en las afueras del edificio donde funcionaban sus espacios informativos.
“Abran paso”, fue la orden que dio el oficial que dirigía a los antimotines. “Esta es una muestra de la dictadura de Daniel Ortega. Este es el estado policial en vivo. Estamos aquí para demandar la suspensión de la censura y la suspensión del estado policial”, gritó Chamorro.
El periodista, hijo del mártir de las libertades públicas Pedro Joaquín Chamorro, asesinado el 10 de enero de 1978, por la dictadura de Anastasio Somoza, dijo que Ortega “nunca ha podido callar al periodismo independiente”.
