El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) concluyó este martes que enero de 2023 fue un mes de persecución contra la Iglesia católica por parte de la dictadura de Daniel Ortega, debido a la prohibición de actividades religiosas, así como juicios, condenas o expulsión a sacerdotes.
“Termina el primer mes de 2023 con la profundización de la persecución contra la Iglesia católica por el régimen Ortega Murillo”, señaló el Cenidh en un video compartido en sus redes sociales.
Según ese organismo de derechos humanos, la Policía Orteguista prohibió las actividades religiosas en distintas iglesias a nivel nacional. El Poder Judicial ejecutó “juicios espurios contra sacerdotes, culpándolos a todos por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas”.
El Cenidh, que fue ilegalizado por la dictadura en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018, consideró que la Iglesia católica está “en primera línea” de un “panorama lleno de violencia generalizada” que afecta a toda Nicaragua.
El organismo citó el juicio contra el obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, Rolando Álvarez, quien se encuentra detenido desde el pasado 19 de agosto.
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Además, mencionó el fallo de culpabilidad contra cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo de la diócesis de Matagalpa.
“Para el Cenidh, esto no es solamente la desarticulación de una diócesis completa, refleja el propósito del régimen por desmantelar a toda la Iglesia católica”, valoró ese organismo, que mencionó la prohibición de la entrada en el país de tres sacerdotes nicaragüenses en el mismo mes de enero.
PERSECUCIÓN RELIGIOSA
El Cenidh calificó como un hecho sin precedentes, que evidencia que vivimos en un país donde la persecución religiosa es un riesgo real, la petición de un grupo de neocatecúmenos extranjeros para regresar a sus países de origen después de que fueran ordenados sacerdotes.
Las relaciones entre la Iglesia católica y los sandinistas encabezados por Daniel Ortega han estado marcadas por diferencias y fricciones en 43 años.
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En 2018, el régimen expulsó de Nicaragua a un sacerdote colombiano y uno salvadoreño; y en 2022 expulsó al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.
En 2022 también cerró nueve estaciones de radio católicas y sacó de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.
“¿Acaso pretenden sustraer a los nicaragüenses de sus opciones religiosas e imponer creencias ajenas disfrazadas de cristianismo?”, se preguntó el Cenidh.
(Con información de EFE).
