Católicos de la Diócesis de Matagalpa y Estelí iniciaron desde este fin de semana una jornada de oración permanente para que su obispo, monseñor Rolando Álvarez, “sea fortalecido espiritualmente”, especialmente este martes cuando enfrente una audiencia inicial por una acusación penal en su contra.
Las comunidades de laicos y religiosos de ambas diócesis dijeron que rezarán también para que a su obispo no le falte la salud física y que muy pronto pueda recuperar su libertad junto a los sacerdotes y laicos de Matagalpa que también fueron secuestrados y mañana enfrentarán juicio acusados de «traición a la patria» por la dictadura.
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“Ponemos a nuestro pastor en manos de nuestro señor, Dios le conforte en todo tiempo”, dice una catequista que pide no ser identificada por temor a represalias. “Lo que hemos instruido, es que se hagan oraciones en los templos o en las casas, que la familia rece por nuestra Iglesia, por sus pastores y porque haya paz en el país”, dijo a DESPACHO 505.
VÍCTIMAS DE UN PROCESO ILEGAL
Monseñor Rolando Álvarez fue acusado por la Fiscalía del régimen el 13 de diciembre pasado por supuesta “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación, en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”.
La audiencia inicial está prevista el martes 10 de enero a cargo de la jueza del décimo distrito penal de audiencia de Managua, Gloria María Saavedra Corrales, quien deberá decidir si manda el caso a juicio oral y público, y si mantiene o no en prisión preventiva, de acuerdo con la información.
El pasado 13 de diciembre, la judicial admitió la acusación presentada por el fiscal especial del caso, Manuel Rugama, contra el obispo Álvarez, le nombró un defensor de oficio, le decretó arresto domiciliario y programó audiencia inicial para el 10 de enero, según informó entonces la Dirección de Prensa y Relaciones Públicas del Complejo Judicial Central Managua.
Una hermana del obispo, Vilma Esperanza Álvarez Lagos, solicitó a la jueza el nombramiento de una defensa técnica, según el informe en línea del caso.
En la misma causa se encuentra acusado el sacerdote exiliado Uriel Antonio Vallejos, «quien es prófugo de la justicia» y la autoridad judicial giró oficio a la Interpol para su captura, según el parte judicial.
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“Sabemos es que es un proceso injusto, que ni monseñor, ni los demás sacerdotes que lo acompañaban han cometido delito alguno, por eso hay que orar y no hay que detener la oración hasta verlos libres”, dice un feligrés de Estelí, la Diócesis que administraba monseñor Álvarez.
“No creo que haya algo diferente a los casos que antes hemos visto”, comenta la abogada Alexandra Salazar. Agrega que será un juicio a puertas cerradas, con defensa restringida y con pocas o ninguna garantía constitucional. “Es seguro que le mantengan la medida cautelar, así que continuará privado de libertad, como ha estado desde agosto, vale decir muchos antes, que se abriera juicio en su contra”, criticó la especialista.
ANGUSTIA EN LOS TEMPLOS
Las comunidades religiosas de Matagalpa y Estelí llamaron a todo el pueblo católico nicaragüense a pedir por el obispo y los demás religiosos presos.
“En cada misa, cada día, en familia, o en los templos, no hay que dejar de pedir por monseñor Álvarez y el resto de personas que están privados de libertad sin haber cometido delito alguno”, dijo otro laico.
Hay angustia en las comunidades, en los templos, porque no se sabe nada de los sacerdotes, no se sabe nada de un obispo que en todo el país es apreciado.
