El Gobierno de Alberto Fernández decidió que el embajador de Argentina en Nicaragua, Daniel Capitanich, retomará de nuevo su puesto tras casi cinco meses de haber sido llamado a consulta.
Capitanich fue llamado el pasado 21 de junio, en una decisión que tomaron en conjunto las administraciones de Fernández y del mexicano Manuel López Obrador. Hasta la fecha la nación azteca no ha anunciado cambios en su decisión de mantener bajo consulta a su embajador.
La decisión en ese momento la basaron ambas naciones en las «preocupantes acciones políticas-legales realizadas por el Gobierno nicaragüense en los últimos días que han puesto en riesgo la integridad y libertad de diversas figuras de la oposición (incluidos precandidatos presidenciales), activistas y empresarios nicaragüenses».
Según el portal de noticias Télam Digital, Fernández en esta nueva etapa quiere «tener información de primera mano», para «aportar a la identificación de caminos alternativos para solucionar la crisis» que atraviesa el país, según informaron fuentes oficiales al medio.
«El llamado a consultas del embajador Capitanich tuvo un propósito: expresar la disconformidad argentina con las detenciones de líderes políticos y nuestra preocupación sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua», señalaron a Télam fuentes de Cancillería que encabeza Santiago Cafiero.
Argentina fue uno de los 25 votos a favor de una resolución sobre «La situación en Nicaragua», durante la 51 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual declaró que «las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática».
LEA TAMBIÉN: Dictadura de Ortega presenta renuncia de Nicaragua ante la OEA
SALIDA DE NICARAGUA DE LA OEA
Otro de los puntos que señala la resolución de la OEA, es que el Consejo Permanente debe de realizar una evaluación colectiva inmediata de Nicaragua de conformidad con la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que deberá completarse “a más tardar el 30 de noviembre”.
Ortega adelantándose a los posibles resultados de esa evaluación, anunció el 19 de noviembre su denuncia a la Carta de la OEA, con lo cual inicia el proceso para su salida del organismo, tomando en cuenta esos factores Buenos Aires, considera que es «necesario adoptar nuevas medidas para esta nueva etapa».
Télam Digital en su publicación señala que fuentes diplomáticas le explicaron que es necesario «el trabajo en el terreno del embajador argentino, con su apreciación para que mantenga informada a la Cancillería sobre la situación poselectoral y las derivaciones que pueda llegar adoptar el Consejo Permanente de la OEA respecto a Nicaragua».
«La Argentina siempre apuesta al diálogo como salida y los embajadores son vitales para hallar soluciones eficientes y viables en la actualidad. El retorno del embajador Capitanich busca aportar a la identificación de caminos alternativos para solucionar la crisis entre todos los nicaragüenses», sostuvieron las fuentes.
Las mismas fuentes les señalaron la necesidad de «preservar» la relación entre ambas naciones en el marco de la asistencia en temas de comercio y a los ciudadanos y empresas argentinas en Nicaragua. También el país sudamericano apoya a Nicaragua en la pandemia del Covid-19, con la donación de vacunas que realizó Argentina para los ciudadanos nicaragüenses.
