El 18 de enero de 1867, después de seis días de viaje en carreta, Rosa Sarmiento de 23 años y atacada por los dolores de parto, tocó a la puerta de la casona esquinera propiedad de Cornelia Mendoza, una mujer de quien solo tenía como referencia los vínculos comerciales con su tía Bernarda Sarmiento, pero cuya generosidad ayudó al nacimiento de la criatura que se convertiría en un referente de la literatura universal: Rubén Darío.

Este 2023, se cumplen 156 años de ese evento. En el poblado que en la época era conocido como San Pedro de Metapa muchas cosas han cambiado: sus calles están pavimentadas y desde hace 103 años adoptó el nombre de su hijo más ilustre.

No obstante, la antigua casona que era de Cornelia Mendoza se conserva lo más fiel a como se encontraba cuando acogió a la parturienta y mandó a llamar a la partera Gatona Ruiz para ayudar a nacer al pequeño que recibió el nombre de Félix Rubén García Sarmiento, quien trascendió al mundo como Rubén Darío.

Con dos puertas de acceso directo desde la calle empedrada, en la casa natal de Darío se tiene la sensación de que el tiempo se congeló. Sus paredes de adobe pintadas de color blanco resguardan enseres que conectan con los orígenes del poeta. En ninguna biografía se menciona que el poeta haya vuelto a esa casa, pero muy probablemente su propietaria llegó a conocer la fama que alcanzó ese niño.

LA CIUDAD DE DARÍO

En 1920 el pequeño pueblo San Pedro de Metapa fue renombrado como Ciudad Darío, y en 1943, el Gobierno declaró la casa donde había nacido el bardo como un sitio histórico y museo nacional.

Hoy en día, la casa original ocupa una parte de la propiedad, en cuyo patio hay un anfiteatro y jardines en los que se pueden leer carteles informativos que resumen la vida personal y literaria de Rubén Darío.

Rubén Darío trascendió por obras como “Azul” (1888), “Prosas Profanas” (1896) y la considerada más trascendental: “Cantos de vida y esperanza” (1905).

Advertisement. Scroll to continue reading.

“A Margarita Debayle”, “Lo fatal”, “Marcha triunfal” y “Sonatina”, están entre los poemas que más se conocen del nicaragüense.

Los restos de Rubén Darío se encuentran bajo un león triste esculpido en mármol, junto con el escudo de Nicaragua, en el interior de la catedral de la Real e Insigne Basílica Catedral de León, Patrimonio de la Humanidad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

EL RECORRIDO

Parte del salón de la casa natal de Rubén Darío, hoy convertida en un museo. Foto: DESPACHO505

La casa es pequeña. Tiene dos puertas y el primer sitio que la guía del museo presenta es la sala. En ella hay baúles de la época, sillas mecedoras, mesas y una enorme estufa de hierro con planchas del mismo material y carbón.

En el recorrido a los turistas locales y extranjeros se les cuenta que doña Cornelia Mendoza se ganaba la vida planchando ropa ajena y con la elaboración de puros, lo cual explica que en la sala se muestren puros conservados en recipientes de vidrio.

Hay una pequeña puerta que conduce a la única habitación de la vivienda, y es ahí donde nació Darío. En ese cuarto hay un pequeño altar con una antigua imagen de San Pedro, que era el santo patrono de Metapa y que la joven explica estaba en ese sitio cuando el poeta vino al mundo. 

Hay una cama muy bien arreglada acorde a la época y con su respectivo mosquitero. Además, se puede apreciar una pequeña hamaca rústica en la que habría dormido el pequeño Félix Rubén en sus primeros cuarenta días de vida.

Esa habitación tiene una puerta que comunica con la cocina, pieza en la  que está un cocinero hecho de cenizas, ollas de la época, platos nevados y vasijas de barro. Más hacia afuera hay una carreta que tiene más de cien años y que simboliza el medio de transporte en el que llegó hasta esa casa Rosa Sarmiento.  

RESUMEN DE SU HISTORIA

En tanto, en el patio de la misma propiedad fue construida una sala de exhibición que se centra en los aspectos más relevantes de la vida del poeta y que incluyen detalles pocos conocidos, como sus viajes a Alemania, Inglaterra, Gibraltar, Marrueos, Austria  y Bélgica. 

Advertisement. Scroll to continue reading.

Cerca de este recorrido cronológico están las fotos de las dos mujeres con las que se casó y de la española con la que vivió en unión libre: Rafaela Contreras, Rosario Murillo y Francisca Sánchez Del Pozo, en ese orden.

En el siguiente apartado están compiladas todas las portadas de sus obras publicadas y una foto de su madre, Rosa Sarmiento, así como un retrato al óleo de Darío con el traje de gala con el que presentó sus credenciales ante el rey Alfonso X, en España. 

Al centro, hay una vitrina en la que conservan una réplica de ese traje con el que está retratado, el cual fue donado por una musa dariana.