Óscar Negemaya Benjamín, un hombre de Ciudad Sandino, Managua fue condenado a 124 años de prisión por violar y embarazar a su hijastra durante cinco años “haciéndole creer que era un juego”.
La sentencia fue dictada este 22 de mayo por el juez Carlos Antonio Espinoza, titular del Juzgado de Distrito Penal Especializado en Violencia de Ciudad Sandino.
El juez le impuso al violador 12 años de cárcel por cada uno de los dos abusos sexuales que cometió en el 2017 cuando la víctima tenía 10 años. Agregó 50 años de prisión por dos violaciones que sucedieron en 2019 cuando la niña ya tenía 13 años.
Además, se le impuso otra pena de 50 años por dos violaciones cometidas entre noviembre y diciembre del 2021 cuando la víctima tenía15 años.
En total, las tres penas suman 124 años de prisión, pero el juez explicó que de acuerdo a lo establecido en el artículo 37 de la Constitución Política de Nicaragua, deberá cumplir 30 años, ya que las penas aisladas o en conjunto no pueden sobrepasar los 30 años a excepción de la prisión perpetua.
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LA MADRE PIERDE CUSTODIA
El juez a la vez despojó de la autoridad parental a la mamá de la víctima, ya que se demostró que la menor le contó en tres ocasiones lo que le hacía su padrastro y no hizo nada.
“Se declara la pérdida de la autoridad parental e inhabilitación especial a la madre biológica”, señala la sentencia que aclara que la mamá debe pagar dos pensiones alimenticias aunque ya no tenga autoridad sobre su hija.
El juez también giró un oficio al Ministerio de la Familia para que determine el estado familiar actual de la víctima y constatar si existe otro familiar apto para ejercer la tutela.
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El violador “aprovechaba la corta edad y afinidad que tenía con la niña haciéndole creer que era un juego”, destaca la sentencia.
Cansada de los abusos sexuales y que su mamá no la escuchara, la menor le relató a una tía el calvario que estaba viviendo dentro de su casa.
El caso llegó a manos de las autoridades, en abril del 2022, cuando una tía descubrió que la menor estaba embarazada.
Al interrogarla, le confirmó que estaba embarazada producto de las violaciones que sufría por parte de su padrastro, pero que su mamá no le creía.
Durante el proceso judicial, la Fiscalía solicitó una prueba de ADN donde se comprobó la paternidad.
