Laureano Ortega Murillo llegó a creer que su futuro estaba en los escenarios. «Mi mundo es la música», llegó a decir cuando aprovechaba el poder de su familia para abrirse espacio en la escena artística nicaragüense como tenor. La ambición artística del sexto de los hijos de Daniel Ortega con Rosario Murillo se ha estrellado en los planes del proyecto dinástico que lideran en el que se perfila como el heredero: «el chigüín» de la dictadura de Nicaragua, dice el exreo político Juan Sebastián Chamorro.
Laureano, que contra ley ocupa el cargo de asesor para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, sustituyó este miércoles a su padre en el acto de entrega de 250 buses chinos a transportistas de Managua. Analistas sostienen que la ausencia de Ortega no fue producto de una situación fortuita sino un avance en la estrategia para la sucesión dinástica.
La exguerrillera Dora María Téllez ve a Laureano Ortega Murillo como un superministro de Economía y de Relaciones Exteriores, pero tiene la certeza de que será subirá al poder hasta que Daniel Ortega y Rosario Murillo fallezcan.
“Lo que puede hacer es seguir ejerciendo como gran superministro de la familia y representante gubernamental de la familia Ortega-Murillo, pero si Daniel Ortega llegara a fallar (morir), seguramente Rosario Murillo va a asumir el centro del poder político y va a seguir apoyándose en sus hijos y en toda su familia”, comenta Téllez.
EMULA AL CHIGÜÍN DE LOS SOMOZA

La aparición de Ortega Murillo presidiendo el evento se da en momentos en que Rosario Murillo ha emprendido una “limpia” en el Poder Judicial de figuras que eran leales a Daniel Ortega. La tarea la ha ejecutado con mano firme el comisionado general Horacio Rocha, tanto que la barrida a alcanzado hasta a Camilo Daniel Ortega Herrera, hijo del dictador con Leticia Herrera.
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Juan Sebastián Chamorro, ex aspirante a la Presidencia no se mostró sorprendido por la aparición de “el chigüín” presidiendo el acto en lugar de su padre. Es una muestra “patética y clara” del proyecto dinástico de los Ortega-Murillo dice el líder de oposición que fue parte de los 222 presos políticos a los que la dictadura de Nicaragua desterró a Estados Unidos y declaró apátridas en febrero pasado.
“Está (Ortega) emulando, repitiendo, superando incluso, a la dinastía de los Somoza, quienes nunca pusieron a sus esposas en cargos públicos con mucha influencia, nunca oficialmente como vicepresidenta, eso no lo ha hecho nadie en el mundo”, reprocha Chamorro.
El opositor también llama la atención sobre la ausencia de la vieja guardia del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional en los actos partidarios como el de la noche del miércoles.
“CAPÍTULO OSCURO” EN NICARAGUA
Para el también exreo político y líder de la oposición Félix Maradiaga, presidente de la Fundación Libertad, el intento de Ortega por instaurar una dictadura dinástica en Nicaragua es un “capítulo oscuro”.
“El camino de Ortega hacia una transición dinástica es bipartito: primero, consolidar a su esposa como co-dictadora y luego preparar el terreno para su hijo Laureano Ortega”, analiza Maradiaga.
El líder opositor dice que el camino no será fácil para Laureano, pues tendrá que enfrentarse a la “falta de apoyo dentro del sandinismo histórico y su desconexión con las bases del movimiento, evidenciada por sus lujos y extravagancias”.
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En el proceso de consolidación del proyecto dinástico, dice Téllez, la figura de Rosario Murillo es clave, pues la ve como la encargada de toda la parte operativa de la dictadura y, por eso, ha ido poniendo en todos los puestos estratégicos a sus incondicionales, incluyendo los mandos en los poderes del Estado.
“Creo que ella es una sombra de Daniel Ortega, aunque ha tratado de acumular poder por sí misma, y ha tratado de crear su propio grupo de poder que en efecto opera desplazando a otros grupos de poder más afines a Daniel dentro del régimen institucional”, señala Téllez.
Considera la desterrada política que esta situación se ha venido dando desde hace años por la misma “incapacidad” de Ortega de encargarse de los asuntos de gobierno ya que está más interesado en “comandar la represión, la persecución de opositores y los fraudes electorales”.
¿ESTRUCTURAS PARTIDARIAS SOCAVADAS?
La consolidación del poder de la familia Ortega Murillo, según Maradiaga ha socavado las estructuras del Frente Sandinista, ya que están priorizando los intereses familiares sobre los del partido sandinista”. Y un ejemplo, menciona, es la purga en el Poder Judicial donde ha destituido a parte de sus antiguos aliados.
“La transición hacia una plena dictadura familiar es una terrible noticia para el futuro de Nicaragua”, advierte Maradiaga quien las compara con las dinastías de Corea del Norte y Siria y aclara que los regímenes dinásticos se caracterizan por las violaciones a los derechos humanos, pobreza, exilio masivo entre otras arbitrariedades.
Plantea una estrategia internacional coordinada con la resistencia cívica a lo interno de Nicaragua para “desafiar efectivamente este intento de perpetuar una dinastía familiar en el poder y evitar más sufrimiento para el pueblo nicaragüense».
