El dictador Daniel Ortega continuó sus ataques contra los jerarcas de la Iglesia católica nicaragüense, al asegurar que la «sotana no hace santo a nadie», en referencia al juicio político contra el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez y a sus colaboradores.
En un acto público anoche, Ortega dijo que «detrás de la sotana está un hombre y no un santo», descalificando lo hábitos religiosos de la Iglesia católica durante la graduación de la academia policial Walter Mendoza.
El dictador nicaragüense calificó a los obispos y sus templos como sepulcros blanqueados, porque asegura que llamaron al levantamiento armado y manipularon la fe durante la Rebelión de Abril de 2018.Recordó cuando, según él, el cuartel de la Policía en Masaya liderado por el comisionado general Ramón Avellán, era atacado, la orden presidencial fue de «no disparar».
«Los ataques eran de diferentes cuarteles todos los días y salían de algunos templos, no de todos, pero sí de algunos donde estaban los fariseos, los sepulcros blanqueados. En departamentos donde incluso abiertamente salieron algunos curas con la sotana manipulando los santos para llamar al derramamiento de sangre», dijo.
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«En otros sitios, incluso, algunos obispos. Esos curas, esos obispos, y lo digo como cristiano —porque formé en una familia católica, cristiana, pero aprendí con el paso del tiempo— detrás de una sotana está un ser humano. La sotana no hace santo a nadie«, continuó.
OBISPOS SOMOCISTAS
Según Ortega, en sus tiempos de juventud, la cúpula de la Iglesia católica en Nicaragua era somocista porque los obispos predicaban el somocismo y lo santificaban. Incluso, citó al fallecido arzobispo José Antonio Lezcano por bendecir las armas de las tropas norteamericanas en el país.
“Fíjense, la cúpula de la Iglesia católica en Nicaragua, los obispos, todos eran somocistas, predicaban el somocismo, en nombre de Dios santificaban el somocismo, sí, eran somocistas, y la mayor vergüenza», dijo el dictador.
“Nunca le tuve respeto a los obispos, no podía creer a los obispos. Hay algunos sacerdotes que le tenía respeto cariño, a otros pues no podía tenerles respeto ni cariño, por sus actitudes», admitió.
ORTEGA: AVELLÁN HÉROE NACIONAL
El dictador exaltó la figura del comisionado general Ramón Avellán Medal, y lo consideró como a “un héroe», porque asegura que tuvo disciplina para no disparar contra los manifestantes supuestamente alentados por la Iglesia católica.
«Puso a prueba lo que es la disciplina, porque no es fácil, no es fácil, estar en un cuartel, estar armando con suficientes armas y personal como para barrer con quienes atacan todos los días ese cuartel, alentados por los que no tienen ningún amor a Dios, alentados por los caínes, atacando todos los días», señaló.
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Asegura que en todo momento mantuvo comunicación con Avellán a quién le ordenaba mantenerse en los cuarteles.
«Me comunicaba también con él insistiéndole: no disparen, hay que aguantar, hay que aguantar. Esa es una orden difícil de cumplir, y aquí, la policía dio una muestra de disciplina y todo para evitar una mayor tragedia de la que ya estaban provocando los terroristas», reiteró Ortega.
«Pensaban que la policía estaba vencida y los ataques eran en diferentes cuarteles todos los días, y salían de algunos templos, no de todos los templos, pero algunos templos donde estaban los fariseos, los sepulcros blanqueados, de esos templos salían y un departamento donde incluso abiertamente salieron algunos curas con la sotana, manipulando la sangre, para llamar al derramamiento de sangre», reiteró el dictador nicaragüense.
Finalmente, mediante la «Operación limpieza», la Policía Orteguista y paramilitares se impusieron en Masaya a balazos y levantaron los tranques de los manifestantes que pedían el fin de la represión, justicia y democracia en Nicaragua.
