El dictador Daniel Ortega aprovechó su participación en la cumbre del G77+China que finaliza este sábado en La Habana, Cuba, para plantar cara a algunos líderes latinoamericanos que han condenado la represión en Nicaragua y pedirles el fin de las críticas a su régimen bajo el argumento de no injerencia en los asuntos internos de los estados.
En su discurso de cerca de media hora cargado de retórica antiimperialista y, en algunos momentos siguiendo un guion, Ortega se quejó ante la escucha de líderes latinoamericanos como Gustavo Petro de Colombia o Luis Inácio Lula Da Silva de Brasil, quienes han condenado recientemente el despojo de la nacionalidad a opositores nicaragüenses, la confiscación de bienes o el encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez.
“Nosotros no podemos andar buscando la paja en el ojo del vecino, porque todos tenemos problemas, todos tenemos dificultades en nuestros países. Nosotros por principio no nos metemos en las situaciones que se presentan en naciones hermanas, reaccionamos solamente cuando se dan actitudes que las hemos conocido solamente en los gobernantes norteamericanos y el Parlamento Europeo”, dijo.
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Ortega pidió respaldo a los gobiernos del mundo reunidos en la cumbre para plantear en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas el fin de las sanciones y los mecanismos de presión a regímenes como el de Nicaragua, Cuba o Venezuela.
“Podemos llevar algunos planteamientos haciendo un llamado ahí en Naciones Unidas para que primero se nos respete y nos dejen estar en paz, vivir en paz porque es la única forma de ir resolviendo los problemas (…). ¡Déjennos en paz! Hay que decirles a las potencias que nos dejen en paz”, exclamó el dictador.
SE QUEJA DE LAS SANCIONES
Una vez más, Ortega se quejó por las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea aplicadas a su régimen por las violaciones de derechos humanos cometidas desde abril de 2018 contra el pueblo nicaragüense. También aprovechó para respaldar a los regímenes de Venezuela y Cuba también objeto de sanciones de parte de la comunidad internacional.
“Aquí en América Latina habemos tres países que somos blanco de los gobernantes norteamericanos que se han venido sucediendo y de gobernantes europeos, de la Unión Europea: Cuba, Venezuela y Nicaragua”, indicó.
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La Cumbre del G77+China reunió en La Habana a representantes de 134 países, la mayoría en vías de desarrollo. Ortega viajó a Cuba sin Rosario Murillo. Este es el segundo viaje oficial al extranjero del dictador en lo que va del año, tras su paso por Venezuela en marzo pasado.
Paralelo a la cumbre, Ortega sostuvo un encuentro bilateral con Nicolás Maduro para “plantearse estrategias para enfrentar el hegemonismo y las pretensiones que siempre ha caracterizado a Estados Unidos”.
