Los ex jefes de Estado y de Gobierno de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) pidieron al Papa Francisco adoptar una «postura firme de defensa al pueblo nicaragüense» y a la Iglesia de Nicaragua, sobre la que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo despliega una violenta persecución con tintes hitlerianos.
La declaración de los veintiseis integrantes de IDEA, expresa «preocupación agravada» por la magnitud de la represión en Nicaragua, bajo el dominio de la «primitiva dictadura de los Ortega-Murillo».
Señalan que luego de perseguir y criminalizar a los liderazgos políticos y sociales y de cercenar de modo radical tla libertad de expresión y de prensa, «ahora avanza hacia la persecución de los líderes episcopales católicos, los sacerdotes y las religiosas, incluso expulsándolos – como en el caso de las emblemáticas Misioneras de la Caridad – del territorio nacional».
Los ex jefes de Estado y de Gobierno se refieren al feroz operativo policial que comenzó con el cierre y asalto de las emisoras de la Diócesis de Matagalpa, tutelada por monseñor Rolando Álvarez, y que derivó en su secuestro y criminalización desde hace 14 días.
Además, la Policía Orteguista arrestó a un sacerdote de una parroquia de Mulukukú y ha impuesto medidas que restringen la libertad religiosa en todo el país, llegando a prohibir procesiones y otros servicios religiosos.
INVOCAN UNA CONDENA MUNDIAL
Frente al momento crítico que libra la Iglesia y los nicaragüenses en general, IDEA exhorta a los países «a mantener una respuesta comprometida con el rechazo de este morbo que amenaza la paz;».
En el proonunciamiento, el grupo de notables también llama a otras denominaciones religiosas a censurar el ataque contra los católicos nicaragüenses.
«En lo particular, dado lo que acontece bajo la dictadura Ortega-Murillo, esperamos de una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa por S.S. Francisco, cabeza de la Iglesia Católica universal», enfatizan.
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ES PARTE DEL PLAN DE DOMINIO, DENUNCIAN
Por otro lado, advierten que del propósito de Ortega Murillo al perseguir y atentar contra la Iglesia es convertir al pueblo nicaragüense en «fácil presa de dominio mediante la destrucción de su dignidad y la fractura de sus raíces culturales, como lo revela la reciente clausura de su emblemática Academia de la Lengua», señalan.
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Además, declara con preocupación «que la quema de iglesias y la salvaje destrucción de las imágenes del culto católico, avanza en una línea de destrucción de bases sociales y antropológicas que mejor recuerda la quema de libros judíos, socialistas y pacifistas y de bibliotecas enteras por los partidarios del régimen nacional socialista alemán en 1933.
Firman la declaración Óscar Arias, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; José María Aznar (España); Vicente Fox, Rafael Ángel Calderón y Felipe Calderón (México); Mireya Moscoso y Nicolás Ardito Barletta (Panamá), y Carlos Mesa y Jorge «Tuto» Quiroga (Bolivia).
También son signatarios Alfredo Cristiani, de El Salvador; Mauricio Macri, de Argentina; Sebastián Piñera y Eduardo Frei, de Chile; Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; Lucio Gutiérrez, Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad, de Ecuador; Iván Duque, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, de Colombia, y Juan Carlos Wasmosy y Federico Franco, de Paraguay.
