El periodista oficialista Erwin José Espinoza ha desenfundado una pistola y sentenciado a muerte a su expareja. La amenaza es el hecho más grave de un largo historial de violencia que la víctima ha denunciado ante la Comisaría de la Mujer de la ciudad de Bluefields desde hace más de dos meses sin que las autoridades actúen: agresiones sexuales y violencia física y psicológica.
Espinoza, de 42 años, se mueve libre valiéndose de contactos en el partido rojinegro que hace que se crea intocable. Ella en cambio, no siente paz. Vive con miedo, pensando en que en cualquier momento la puede volver a agredir, porque el hombre al que señala como su agresor «la mantiene vigilada».
LEA: Daniel Ortega afianza un estado totalitario y de terror en Nicaragua, denuncian opositores
«Ya no sé qué hacer, realmente siento miedo de todo, miedo de sólo haber hecho el papel de payasa denunciándolo y que él siga riéndose de mí como siempre, gritando a los cuatro vientos que no le harán nada, como lo dijo el día que intentó matarme. Me dijo que nada le harían si lo denunciaban», quedó escrito en el extenso relato que la también periodista, Dalila Huete Marín, ha hecho sobre el caso.
Pese a que la Ley 779 establece que es obligación del Estado y de las instancias públicas competentes actuar contra la violencia que se ejerce hacia las mujeres, con el propósito de proteger sus derechos y garantizarle una vida libre, desde el 2 de marzo la denuncia de Huete Marín permanece engavetada. Ni la Policía, mucho menos la Fiscalía se han ocupado de cumplir con sus obligaciones.
RADIO OFICIALISTA EXPONE NEGLIGENCIA POLICIAL
Su caso y la negligencia policial ha sido puesto en evidencia hasta por la oficilista radio La Primerísima, en cuya publicación interpela a la la Policía de Bluefields porque «ha hecho caso omiso a la denuncia».
El presunto agresor trabaja en Bluefields como correponsal de Viva Nicaragua Canal 13, una de las televisoras que hacen parte del emporio mediático de la familia Ortega Murillo, y que es administrada por lo hermanos Camilia, Maurice y Luciana Ortega Murillo. Espinoza, también es el jefe de prensa de Radio Bluefields Stéreo y coordinador de comunicaciones del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en la región del Caribe Sur .
Su labor como periodista en medios de comunicación al servicio del orteguismo le ha permitido tener contactos dentro de la Policía Orteguista, el Poder Judicial, así como en el Gobierno regional y la delegación del partido FSLN.
OTRAS NOTICIAS: El Poder Judicial oculta del sistema electrónico la información sobre los juicios a presos políticos
Según Huete, su expareja se está valiendo de todo eso para que el caso quede en la impunidad. Ella afirma que el propio secretario político rojinegro alguna vez intervino para solicitarle a ella que no denunciara a Espinoza.
EL TESTIMONIO DE LA VÍCTIMA
Desde que acudió a las autoridades, Dalila Huete Marín relató detalles de la violencia física, verbal y psicológica «a la que este señor me sometió por muchos años», dice un mensaje que ella luego a una persona de su confianza.
La afectada también contó que tras poner la denuncia, fue valorada por el médico forense, pero que hasta la fecha la Fiscalía no ha presentado cargos contra su expareja en el juzgado competente. Sospecha que su expediente ni siquiera ha llegado a manos del Ministerio Público.
Huete describió que en los cuatro años que convivió con Espinoza fue víctima de múltiples agresiones y abusos, pero que por el miedo que ella le tenía guardó silencio. El sujeto, valiéndose de su influencia en el orteguistmo, incluso la amenazaba con hacer gestiones para que la despidieran de su trabajo como responsable de comunicación del Sistema Local de Atención Integral en Salud (SILAIS), de la Costa Caribe Sur.
Entre los episodios de violencia, denunció que entre julio y septiembre de 2019 dla apuntó con un arma en la cabeza y le decía que le iba a vaciar todas las balas, fue entonces cuando el secretario político de Bluefileds le sugirió que no presentara acusación.
Según uan fuente que conoce el caso, por temor a que Espinoza cumpla con sus amenazas Huete se vio obligada a renunciar recientemente a su trabajo para regresar a Nueva Guinea, de donde es originaria.
«Ella se ha desempeñado como responsable de Comunicación del Sistema Local de Atención Integral en Salud (SILAIS), de la Costa Caribe Sur, pero renunció y su último día de trabajo será el primero de junio», comentó.
También confió que en una ocasión la denunciante le mostró unas fotografías en las que se observa como quedó la puerta de la habitación «cuando Erwin José Espinoza, llegó en estado de ebriedad y le propinó varios punta pies para entrar y obligarla a tener relaciones sexuales». También afirma haberle visto moretones en los brazos «del forcejeo que tuvo con él».
