El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha cometido 529 agresiones en contra de la Iglesia católica nicaragüense desde que estallaron las protestas de abril de 2018, señaló la investigadora Martha Molina al presentar hoy miércoles un estudio científico sobre dichas hostilidades.
Entre los ataques más criminales, se encuentran el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, el exilio de 37 religiosos, así como la expulsión de 32 hermanas religiosas de diversas congregaciones. Igualmente, el régimen ha confiscado de manera ilegal, siete edificios pertenecientes a la Iglesia católica, además ha cerrado y confiscado medios de comunicación también de la Iglesia.
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El estudio presentado por Molina, “Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?”, es una sistematización o estudio científico elaborado sobre la base de información encontrada en medios de comunicación, informes de organismos defensores de derechos humanos, así como en páginas web de la Iglesia y las parroquias.
Molina es católica, abogada, máster en Corrupción y Estado de Derecho, y se ha encargado de sistematizar y recoger los datos de los ataques que ha sufrido la Iglesia católica desde abril del 2018 hasta marzo del 2023. El informe detalla que en 2018 se documentaron 84 hostilidades, en 2019 fueron 80, en 2020 unas 59, en 2021 fueron 55, en 2022 otras 161 y en el primer trimestre de 2023 ya se reportan 90.
La cantidad de agresiones registradas en el estudio es, casi con seguridad, menor a las que en han ocurrido en la realidad, pero muchas víctimas han preferido guardar silencio y no han denunciado, aseveró Molina.
AGRESIVOS EN SEMANA SANTA
En la recién finalizada Semana Santa, el régimen estuvo agresivo en contra de la Iglesia, prohibiendo un total de 3,176 procesiones actividades religiosas. Molina indicó que en toda Nicaragua existen 397 parroquias, sin contar algunas recién creadas, y cada una de ellas tenían previsto realizar al menos una procesión o actividad en cada día de la Semana Santa, lo cual no se pudo debido a la prohibición impuesta por el régimen.
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Algunas de estas actividades se realizaron, pero dentro de las parroquias, lo cual, para Molina, es una muestra de que el régimen no logra su objetivo, que es desaparecer la fe del pueblo católico nicaragüense. Además, la Policía Orteguista capturó en esos días de festividad religiosa al periodista granadino Víctor Ticay, solo porque le daba cobertura a una procesión. Ticay aún está encarcelado y se desconoce su actual estado físico y de salud.
LAS AGRESIONES
El estudio expone que, desde abril de 2018, el régimen ha realizado 110 agresiones en templos católicos; 32 cierres arbitrarios de organismos universidades, medios de comunicación y proyectos de la Iglesia; 193 represiones a religiosos; cinco hostilidades a la Santa Sede; 79 represiones a actividades de laicos.
Antes de la Semana Santa recién finalizada, el régimen había realizado 48 prohibiciones de procesiones y actividades campales.
Además, ha realizado 12 pintas con mensajes de odio hacia la Iglesia. Por otro lado, Daniel Ortega y Rosario Murillo, sus descendientes, diputados orteguistas y otros adeptos al régimen han pronunciado 50 mensajes de odio contra la Iglesia.
Entre las profanaciones a los templos católicos se registran 54 profanaciones, 29 robos, 15 destrucciones y 12 cortes de servicios básicos o bloqueos.
SOLO QUEDA ORAR
Al ser consultada por un periodista sobre qué se puede hacer en contra de las agresiones del régimen hacia la Iglesia, Molina señaló que hace unos 15 años pudo responder que las víctimas denuncien en la Policía, pero, ahora, eso sería lo peor que se puede hacer.
Molina sugiere seguir el consejo de monseñor Álvarez, quien cuando estaba en libertad sugería orar en contra de toda la maldad y la criminalidad del régimen Ortega Murillo.
