“Los Reyes no podrán ir el día grande de la celebración (el 16 de noviembre) a La Habana para no coincidir con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ni con el sanguinario dictador de Venezuela, Nicolás Maduro”, informa el diario español ABC.
El Rey de España Felipe VI evitará, en noviembre próximo, encontrarse en Cuba con los dictadores Daniel Ortega y Nicolás Maduro, invitados por el país caribeño a participar en el 500 aniversario de la fundación de La Habana. La decisión del Jefe de Estado español refleja el aislamiento internacional en el que se encuentran los dictadores de Nicaragua y Venezuela, a quienes la comunidad internacional ha acusado de cometer crímenes de lesa humanidad contra sus ciudadanos.
“Los Reyes no podrán ir el día grande de la celebración (el 16 de noviembre) a La Habana para no coincidir con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ni con el sanguinario dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, al que España dejó de reconocer el pasado febrero, cuando reconoció a su opositor, Juan Guaidó, como presidente encargado de este país”, informó el diario español ABC.
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La confirmación de la asistencia de ambos gobernantes ha obligado a los Reyes, Felipe y Letizia, a cambiar las fechas de su visita. Este sería el primer gesto de rechazo de la Corona Española a la dictadura de Daniel Ortega, responsable de entre 325 y 500 muertes, 700 presos políticos, una cantidad imprecisa de desaparecidos y miles de nicaragüenses en el exilio, a raíz de la crisis sociopolítico que estalló en abril de 2018 y que el mismo Ortega se niega a resolver de forma pacífica.
“A pesar del interés demostrado por Cuba en la visita de los Reyes, le tocaría a España ceder y cambiar la fecha. En principio, se manejaba la primera quincena de noviembre, pero no será fácil encontrar en esos días el momento más favorable para una visita que lleva esperando 500 años y que siempre que se ha planteado ha suscitado cierta controversia política al tratarse de una dictadura en la que no se respetan los derechos humanos y hay opositores encarcelados”, informó el diario madrileño.
España ha urgido a Ortega buscar una salida negociada a la crisis que vive el país y lo ha instado a que retome las negociaciones con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. “Solo cumpliendo todo lo acordado en abril con la Alianza en la mesa de negociación y mediante un diálogo creíble y honesto entre las partes, que el gobierno de Ortega debe facilitar, se encontrará una salida definitiva a la actual crisis que vive Nicaragua”, dijo en agosto Josep Borrell, ministro de Relaciones Exteriores del país europeo.
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Aún con el unísono del mensaje de la comunidad internacional, de América y Europa, por una salida negociada, Ortega se empeña en alargar una crisis que está poniendo al borde del abismo a una economía sin signos de recuperación, y que de no mejorar conllevaría a los ciudadanos a vivir en pobreza y, por tanto, aumentar la migración, que hasta finales mediados de 2019 fue por persecución política.