El engaño de Amarillo: las paradisiacas tierras prometidas por Daniel Ortega a pescadores de Tola

Un colectivo de 752 familias en Tola llevan más de una década esperando que Daniel Ortega cumpla la promesa de entregarles 30 manzanas de tierra en una zona de alta plusvalía turística.

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  • February 07, 2021
  • 04:30 AM
La vista es imponente desde la montaña de la finca Güiscoyol: la dorada playa Amarillo es golpeada por el intenso oleaje que los surfistas desean y aprecian en este pedazo del pacifico nicaragüense, mientras las aves marinas caen en picada a la caza de pescados que se distrajeron del cardumen.

Es una zona paradisíaca, ubicada en las costas del municipio de Tola, al sur del país, cuyo atractivo turístico otorga una plusvalía mayúscula. Sin embargo, Amarillo es de las pocas playas de este litoral que no ha sido explotada por el turismo, en gran medida porque sus tierras han estado envueltas en un conflicto de propiedad desde hace más de dos décadas... Un proceso engorroso en el que 752 familias de campesinos y pescadores locales se declaran ahora engañadas por el gobierno de Daniel Ortega.

Todo empezó con una promesa de campaña electoral. Era 2006 y Daniel Ortega, otrora líder revolucionario, intentaba por tercera vez consecutiva recuperar el poder en Nicaragua. Para conseguir la silla presidencial prometió de todo, y los pobladores de Amarillo escucharon lo que el entonces candidato presidencial les ofreció: legalizar un título agrario de propiedad emitido en 1988, el cual beneficiaba con 71 manzanas costeras de Amarillo a diez exmilitares retirados, encabezados por Trinidad Ibarra.

El mismo Ibarra recuerda que el compromiso entre Ortega y las familias --que conformaron el ‘Movimiento Amarillo’-- se realizó en la casa del entonces secretario político departamental sandinista Hebert Herrera Solís (q.e.p.d) en Tola. Las partes intervenidas por Ortega acordaron que, tras la legalización del título agrario, Ibarra y los exmilitares cederían 30 manzanas para repartirlas entre más de 600 familias.

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Según Ibarra, los compromisos comenzaron a cumplirse en el 2007. “Pero después por la corrupción de varios funcionarios, que se enamoraron de la propiedad, solo nos han desgastado, y no hemos podido gozar de los beneficios prometidos por el comandante”, lamenta el exmilitar, quien en 2006 cedió legalmente las 30 manzanas de tierra que la comunidad demandaba.

"NOS HAN CONFISCADO"

“Prácticamente nos han confiscado... andan terceras personas apoyadas por funcionarios corruptos promoviendo ventas de la propiedad con títulos que fueron cancelados por sentencia, pero que ahora se los han revivido. ¿Qué pasa con el comandante Ortega, que no ve que los funcionarios se burlan de los acuerdos que él hace?”, cuestionó Ibarra, quien defiende a las familias afectadas.

La queja del exmilitar es solo la punta del iceberg de una trama legal en el que las familias de Amarillo han sido usadas para fines electoreros y, al final, las tierras nunca se las han entregado.

Francisco Espinoza, coordinador del colectivo comunitario, dijo que en los últimos 14 años les han entregado tres títulos de propiedad. “Sin embargo, hasta esta fecha, hemos sido engañados porque no tenemos dichos documentos y tampoco nos inscriben la propiedad en Registro Público”, criticó el comunitario de Amarillo.

Pero inscribirlo legalmente es complicado, porque las tierras de Amarillo iniciaron en 2005 una maratónica disputa legal, que ha dejado a su paso remoción de jueces, funcionarios de la Intendencia de la Propiedad, la Procuraduría General de la Republica, así como entrega de títulos y cartas de no objeción que, al final, son invalidados por las mismas instituciones del Estado.

UN GRANADINO COMPRA

La disputa por la propiedad empezó cuando el granadino Bayardo Arguello González, (q.e.p.d.) compró el 29 de diciembre de 1993 la finca Güiscoyol de 1.114 manzanas de extensión a un grupo de 20 ex militares que, a inicios de ese mismo mes, las habían adquirido a través de la Corporación Nacional del Pueblo (Cornap).

Tras adquirir la propiedad, Argüello procedió a realizar una rectificación de medidas y anexó las 71 manzanas de Ibarra. Eso detonó el conflicto al que se sumaron los pescadores y lugareños de Amarillo. Los locales aseguraban que el granadino les había cercado un camino público que cruza frente a las costas, y que no los dejaba ingresar a la playa.

Por su parte, Argüello alegaba desde septiembre del 2006 que el título agrario de Ibarra era falso, pese a que en su momento fue avalado por la ex intendente de la propiedad, Mireya Molina. Bajo este argumento, el Registrador Público de Rivas anuló la inscripción del exmilitar... pero el 16 de febrero del 2007, la ex juez de Distrito Civil de Rivas, Marianela Paredes, restituyó a Ibarra la inscripción de las 71 manzanas de tierras.

Tras ordenar que la propiedad se inscribiera nuevamente a favor de Ibarra, el Poder Judicial removió de su cargo a la juez Paredes. En su lugar nombró a la exjuez Jenny Chávez, quien el 13 de septiembre del 2007 ordenó nuevamente cancelar la inscripción de la propiedad a Ibarra. En ese contexto, la Procuraduría General de la República (PGR) se sumó al litigio.

El 12 de noviembre del 2007, la PGR logró, a través de una minuta descriptiva, inscribir la propiedad a nombre del Estado en el tomo 421, folios 173 al 178 del Registro Público de Rivas, dejando sin un milímetro de tierra tanto a Ibarra como al granadino.

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Pese a que Argüello y Trinidad apelaron la decisión, en segunda y tercera instancia, el 14 de julio del 2020 la Corte Suprema de Justicia emitió una sentencia en la que confirma que la propiedad pertenece al Estado. Quedó de esa manera sin validez la escritura pública número 99, en la cual Ibarra cedió las 30 manzanas a los nueve grupos que integran el colectivo de Amarillo.

PGR ENTREGÓ TÍTULOS QUE DESPUÉS QUITÓ

Lo llamativo es que en medio de ese largo proceso, la PGR prometió respetar a los integrantes del Movimiento Amarillo y las 30 manzanas de tierra reclamadas. Eso sucedió previo a las elecciones municipales del 2008 y las nacionales del 2011 en las que Ortega reavivó las promesas de tierra. Hasta títulos de propiedad les fueron entregados a los campesinos y pescadores…sin embargo, pasado el tiempo electoral fueron obligados a devolver los títulos.

“Es una burla. En el 2008, en la comunidad de Limón Uno, nos entregaran los nueve títulos de cada grupo, pero no permitieron que los inscribiéramos. En septiembre del 2011, el presidente Daniel Ortega nos otorgó otra vez títulos de la propiedad en una actividad que se realizó en las faldas del volcán Mombacho en Granada”, relató Francisco Espinoza.

Según Espinoza, estos títulos de propiedad se encuentran en poder de la PGR, y no se les permite que los inscriban en el registro público de Rivas.

“La PGR asegura que tienen los títulos resguardados para que no mal vendamos la propiedad, pero que somos los dueños. Nos dicen que resguardamos las tierras mientras la fundación Pro Nicaragua se encarga de venderlas para que seamos bien beneficiados... pero en este larga lucha ya han fallecido más de 20 compañeros”, lamentó Espinoza.

Pro Nicaragua es una agencia gubernamental que atrae inversión a Nicaragua. Pero muchos de sus proyectos han terminado en controvertidos resultados. Uno de los integrantes del Movimiento de Amarillo, que pidió no ser identificado por temor a represalias, aseguró que la burla que han sido objetos de parte de funcionarios judiciales y del gobierno de Ortega es de vieja data.

PGR ILUSIONA CON VENTA

Un integrante del Movimiento de Amarillo, que pidió no ser identificado por temor a represalias, denunció que la PGR los ha “ilusionado con el cuento de que iban a vender la propiedad para repartirnos el dinero”. “Luego nos dijeron que nos iban a indemnizar porque por ahí pasaría la carretera costanera, y ahora hablan de que se va a hacer un proyecto, que tengamos paciencia, y así nos han engañado todos estos años”, señaló el poblador.

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La playa Amarillo de Tola está ubicada contiguo a playa Gigante en Tola, a 31 kilómetros del departamento de Rivas y 131 de Managua. Esta paradisíaca playa de olas perfectas para el surf, colinda al este con la finca Güiscoyol, y en sus alrededores hay hoteles y resort de lujos como Guacalito de la Isla, donde vacaciones estrellas de Hollywood.

Joaquín Céspedes, exalcalde sandinista de Tola, y uno de los primeros dirigentes del Movimiento de Amarillo, relató que los pescadores decidieron reclamar la propiedad luego que el granadino Argüello cercó el acceso público, y mandó a botar varias viviendas de pobladores que habitaban en el área.

“La gente se levantó y hubo enfrentamiento con antimotines. Los pobladores decidieron tomar posesión y nos organizarnos para pedirle al gobierno que nos entregaran la propiedad y que se cumpliera lo acordado entre los pescadores, Trinidad Ibarra y el comandante Ortega” explicó Céspedes. Pero no pasó ni ha pasado.

“Cuando el comandante nos prometió que nos entregarían 30 manzanas de las 71 que tenía el título de Trinidad Ibarra, varios funcionarios de la PGR nos dijeron que esas tierras no sirven para cultivos, y que eran exclusivas para turismo. De modo que se podían vender muy bien a los inversionistas extranjeros, y a nosotros nos darían el dinero de la venta” relató otro miembro del Movimiento de Amarillo bajo condición de anonimato. Ahora, en víspera electoral de 2021, los pobladores de esta hermosa playa no quieren “otro cuento” incumplido de la tierra prometida de Amarillo.

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