Dora María enjuiciada por hacer lo que mejor sabe hacer: combatir dictaduras

“La número 2”, la guerrillera Dora María Téllez hoy va juicio. Otra dictadura, no la que ella venció con su leyenda, la tiene tras las rejas. Otra que dirige el que un día fue un compañero de armas, uno que fue libertador como ella, es ahora su carcelero.

La “muchacha muy bella, tímida y absorta” que en 1978 retrató Gabriel García Márquez en su crónica sobre la toma del Palacio Nacional, hoy podría ser condenada por hacer lo que ella sabe hacer mejor; combatir dictaduras.

Dora María Téllez fue secuestrada el 13 de junio del año pasado en su finca de Ticuantepe por policías fieles al régimen Ortega-Murillo, un arresto que el mundo calificó como “despreciable" y "de pésimo gusto”.

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A la guerrillera solo le bastó ella y su M30, para ganarse el respeto dentro del Frente Sandinista, FSLN, “pero en el otro Frente Sandinista, el que derrotó al dictador Somoza, no el que mantiene en el poder al dictador Ortega”, dice Héctor Mairena, de la organización Unamos, a la que pertenece Dora María y de la que Mairena es vocero.

DORA MARÍA TÉLLEZ, LA REBELDE CLAVE DE LA REVOLUCIÓN

Mairena asegura que si alguien es consecuente con lo que dice es Dora María Téllez. Y no exagera, tras dejar el uniforme verde de olivo de los años 80, rompió con el FSLN en 1990 y dijo estar segura que la organización política ya no era el lugar donde ella debería de estar. Y nunca volvió.    

A Téllez, el mundo la conoció como una de las rebeldes clave de la Revolución Sandinista. Ello explicaría, porqué nadie le daba crédito a que Daniel Ortega ordenara su secuestro. Su captura fue titular en varios periódicos de América Latina y un estallido inusual en redes sociales.

Aquel junio fue de horror para ella y sus compañeros de Unamos, drones sobrevolaron sus casas y después armados hasta los dientes policías de operaciones especiales los asaltaron en partidas desiguales, porque ni nadie estaba armado, ni nadie se resistiría. Dora María como otros, sabían que con Ortega desbocado en el poder, eso era posible.

Pocos saben que Dora María es Matagalpina. Muchos la perciben leonesa, pero no. Nació un 21 de noviembre de 1955. Su padre laboraba para el Estado y su madre era costurera de encargos finos.   

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Ingresó a estudiar medicina en la UNAN León y ahí fue reclutada para integrarse a la guerrilla sandinista. Ella dice que integró la lucha armada, porque Somoza como todo dictador, nunca entendió por las buenas que no se puede mantener para siempre a un pueblo gobernado por las malas.  

FORMADA EN CUBA Y EXPERTA EN EXPLOSIVOS

Al dejar la aulas, la guerrillera fue enviada a Cuba para formarse en tácticas militares y se especializó en manipulación de explosivos. A los 22 años, muy joven, supo de la propuesta suicida de tomarse el Palacio Nacional, que por entonces era la sede del Legislativo. Aceptó y nació con esa decisión su leyenda, junto a Hugo Torres y Edén Pastora.

La acción embelesó al mundo. El 22 de agosto de 1978 Dora María fue parte y la única mujer, de una de las más emblemáticas acciones guerrilleras de los sandinistas. La operación fue uno de los golpes más certeros contra el dictador Somoza y le granjeo al Frente la liberación de 50 presos políticos, publicar manifiestos ideológicos en medios gubernamentales y 500 mil dólares, que serían invertidos en la misma lucha.

DORA MARÍA TÉLLEZ, NOMBRADA JEFA DEL ESTADO MAYOR

Téllez fue nombrada  jefa del Estado Mayor del Frente Rigoberto López Pérez. Llegó a ser jefa militar de León, fue vicepresidenta del Consejo de Estado, luego diputada de la Asamblea Nacional y ministra de Salud, tras el triunfo sandinista en 1979.

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En agosto del año pasado a Téllez le celebraron una audiencia a puerta cerrada. Fue enviada a juicio por ser presunta autora del delito de "conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, de conformidad con los artículos 410 y 412 del Código Penal, en perjuicio de la sociedad nicaragüense y el Estado de Nicaragua". Un delito que el régimen actual se mandó a inventar a la Asamblea Nacional para quitarse del camino a los opositores.

Lo cierto es que Ortega, nunca le perdonaría a Téllez que junto a Sergio Ramírez quisieran renovar el partido FSLN desde adentro primero y desde afuera después, al fundar el Partido Movimiento Renovador Sandinista, MRS.

Desde ahí, Téllez y otros disidentes han sido un problema para el dictador. “La número 2” es la segunda mujer presa política en ir a juicio y la primer guerrillera del sandinismo histórico enjuiciada por esta otra dictadora.