Dos especialistas de la salud mental en Nicaragua creen en el pronóstico de la revista de salud The Lancet Public Health que advirtió -como resultado de una investigación- que, en los próximos años, el país encabezará un aumento en los casos de demencia que se registren en América Latina.
De acuerdo a la prestigiosa revista, en la investigación se analizaron 195 países y las proyecciones no son alentadoras en cuanto al deterioro de la salud mental para los próximos 30 años. Aseguraron que para el año 2050, el mundo podría tener unos 153 millones de pacientes con demencia.
En el caso de Nicaragua, el país ocuparía el primer lugar entre los países de la región con más pacientes afectados. La investigación estima, por ejemplo, que el número de pacientes se multiplicará por más de cuatro en tres décadas, pasando de 28 mil 500 a casi 117 mil.
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El incremento superará los números en toda Latinoamérica, alarma el estudio. “Hay razones claras para pensar que el pronóstico no es descabellado”, comenta al respecto la psiquiatra Gioconda Cajina.
AUTOMEDICACIÓN EN EXCESO
El aumento proyectado se debe en gran medida al envejecimiento y al incremento de la población. Pero un estilo de vida poco saludable también contribuye al problema, dicen los expertos a cargo del estudio. Agregan que los problemas de obesidad y diabetes también contribuirán.
Cajina añade otro problema: abuso de fármacos. “La gente se está automedicando en exceso, porque además vemos que hay más farmacias que pulperías”, señala. “Hay medicamentos con efectos secundarios y si hay abusos, hay graves riesgos”, dice al considerar también las causas expresadas en la publicación científica.
Explica como ejemplo que pastillas como la Omeprazol y la Ranitidina, que son medicamentos que en una farmacia se adquieren con facilidad, contienen componentes que tomados en exceso pueden afectar la memoria. “Las antigripales y los antidepresivos como las pastillas para dormir, mantiene el sistema nervioso bloqueado, un bloqueo crónico de las terminaciones nerviosas dañan las neuronas irreversiblemente”, dice Cajina.
Roberto Ordóñez dice que a sus consultas de Psicología llegan pacientes que padecen mucho estrés. “Este es un trastorno que está afectando la salud mental también”, advierte. Explica que la pandemia y los efectos de la crisis social y política han alterado fuertemente la vida en el país. “Todo eso tiene como efectos problemas serios de salud”, alarma Ordóñez.
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MARCADOS POR DíAS MALOS
De acuerdo al Mapa Nacional de la Salud que el Ministerio de Salud, Minsa, tiene en su portal electrónico, en 2019, 9 mil 964 personas padecían problemas relacionados a la salud mental. Al cerrar el 2020 que fue el año en que el Covid-19 comenzó a atacar a los nicaragüenses, los pacientes con problemas mentales llegaron a 14 mil 594. Se trata de un aumento de 4 mil 630 nuevos casos.
“Indudablemente la pandemia y todo lo que trajo; encerramientos, muertes y la lucha contra una enfermedad desconocida, causó trauma en las familias, traumas que todavía están ahí con sus secuelas”, dice Ordóñez. “De hecho ya veníamos con problemas por una crisis social; femicidios por ejemplo a una crisis política; represión…son muchos problemas que traerá consecuencias en el tiempo para la salud mental”, agrega.
Cajina dice que los nicaragüenses padecen también mucha “ansiedad”, “hay mucha incertidumbre ahora y claro hay sufrimiento”, añade. Señala que las pérdidas de empleos, las carencias en el hogar, las separaciones familiares con las migraciones, generan una crisis que afectan la mente. “Son días malos, estamos siendo marcados por una serie de situaciones complicadas”, señala.
Para Ordóñez ya hay consecuencias palpables. “Tenemos olas de suicidios, de gente muy joven en Mangua y en los departamentos, pero también de gente adulta…el suicidio es una expresión de un padecimiento de la mente”, dice.
La semana pasada en San Marcos, Carazo, dos suicidios marcaron los primeros días del año. A finales del año pasado otros dos suicidios estremecieron Diriamba. Ninguna de las víctimas llegaba a los 50 años de edad, dijeron medios locales.
El psicólogo clínico Noel Mendieta, resumió las cuatro perdidas a una sola causa: “un padecimiento mental llamada depresión. Este trastorno puede acabar con una vida”, dijo el especialista.
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En el estudio de The Lancet Public Health después de Nicaragua se situaría Guatemala, que según el estudio tendría 3,9 veces más casos que en 2019, y en el tercer lugar Perú, con 3,8 veces más. Los países de la región que menos sufrirán este fenómeno son Uruguay, Argentina y Cuba.
La investigación señala que en América Latina se pasará de 4,4 millones de casos a 13,4 millones, un incremento mayor al promedio mundial.