Los familiares de los presos políticos lanzaron este lunes un nuevo S.O.S por la situación de sus parientes detenidos «ante la situación de extrema gravedad y riesgo en la que se encuentran», y anunciaron que se unen al ayuno y oración que inició el pasado viernes monseñor Rolando Álvarez, debido a la persecución que sufre de parte de las fuerzas policiales.
Los miembros de cinco organizaciones de presos políticos plantearon que hace 25 días se dio la última visita a los presos políticos que están en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote.
«A partir del día de hoy 23 de mayo nos unimos en ayuno con relevo de 24 horas, debido a todo lo expuesto anteriormente y en apoyo hacia miembros de la iglesia, quienes se están viendo acosados y perseguidos, tomando en cuenta que la iglesia la formamos todos y todas. Culminaremos este ayuno el día 30 de mayo solidarizándonos con el dolor de las madres de Abril y su incansable búsqueda de justicia», señala el comunicado.
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También hicieron llamado «urgente» al pueblo de Nicaragua y a la comunidad internacional para «promover todas las acciones posibles para lograr la libertad inmediata» de los reos de conciencia. Indicaron que la salud física y emocional de los presos políticos tanto los que están recluidos en El Chipote como en el Sistema Penitenciario se ha deteriorado.
«Este deterioro extremo ya ha cobrado la vida de Hugo Torres y actualmente Nidia
Barbosa se encuentra con graves problemas cardíacos, Kevin Zamora sufrió un derrame cerebral y María Esperanza Sánchez está presentando cuadros graves de asma y presión alta», expusieron los parientes.
PATRÓN DE TORTURA
Señalaron como causas de esta situación la falta de atención médica y oportuna, condiciones insalubres y precarias de las celdas, consolidación de una política de maltratos, castigos y control, así como aislamiento e incomunicación permanente por largos periodos de tiempo.
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Indicaron que estos cuatro aspectos los han encontrado con «sistematicidad e intencionalidad» , por lo que consideran que existe un «posible patrón de torturas y malos tratos dirigidos a desgastar, exterminar o inhabilitar a nuestros familiares».
«Esta situación es de extrema gravedad, sobre todo tomando en cuenta los precedentes de muertes no esclarecidas de presos políticos bajo la custodia del Estado y de otros con daños irreversibles a partir de su encarcelamiento», exponen los parientes. El 12 de febrero, se conoció el fallecimiento del preso político, Hugo Torres, quien fue detenido el 13 de junio.
Las organizaciones firmantes consideran que esta es una “gravísima situación” por lo cual continuarán demandando su libertad plena, inmediata, sin condiciones y con garantías para los más 182 presos políticos, mientras tanto exigen el respeto a sus derechos y sus vidas y que “la política de torturas y exterminio debe cesar”.
FAMILIARES DESESPERADOS
Bertha Valle, esposa del aspirante presidencial Félix Maradiaga dijo que los familiares se encuentran «desesperados», por la situación de sus parientes detenidos. Agregó que los presos políticos que se encuentran en casa por cárcel tampoco tienen la posibilidad de atención médica especializada y que el llamado que hacen al Estado de Nicaragua que realizan es con un “sentido humanitario”.
Grethel Gómez, miembro de la Organización de Víctimas de Abril (OVA), señaló que en Nicaragua se vive “Estado de terror” y que los familiares de los presos políticos que están en casa por cárcel tienen temor de realizar denuncias por las consecuencias que puede ocasionar el alzar la voz.
“Nosotros no queremos más presos políticos por que eso agudiza la crisis humanitaria que estamos viviendo”, manifestó Gómez.