La histórica foto que reúne al comando que asaltó la casa de José María “Chema” Castillo el 27 de diciembre de 1974 completa hoy una extraña particularidad: los tres guerrilleros que participaron y que llegaron a ser jefes del Ejército después de 1979, ahora están fuera de este Frente Sandinista, uno más que otro “peleado” con los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Para completar la triada faltaba el general Omar Halleslevens Acevedo. El general Joaquín Cuadra Lacayo, que dirigió el Ejército desde 1995 al año 2000, hasta soñó disputarle la presidencia a Ortega con su propio proyecto político llamado Movimiento de Unidad Nacional (MUN) que fundó al salir a la vida civil. El general Cuadra Lacayo se manifestó contra Ortega y su esposa en las marchas azul y blanco después del estallido social de abril de 2018 y les crítico por el uso de la fuerza militar contra los opositores.
El sucesor del general Cuadra Lacayo en las fuerzas castrenses ,Javier Carrión, tuvo que ir personalmente a El Chipote, para que los represores a las órdenes del dictador Ortega, su antiguo compañero de armas, le entregaran a su hija María Germania Carrión, a quien sacaron de su casa de Managua en noviembre del año pasado para llevarla a la cárcel política del dictador bajo la presunción que conspiraba contra El Carmen.
“La caída en desgracia del general Halleslevens Acevedo que se conoció este miércoles manda un mal mensaje a lo interno del orteguismo”, confía una fuente del partido sandinista a DESPACHO 505. Halleslevens, no es solo un guerrillero, fue elevado a comandante guerrillero y no solo llegó a dirigir las fuerzas armadas del país, sino que Ortega lo eligió como segundo al mando después de él, para su primera reelección en 2012 hasta que en 2017, Rosario Murillo lo sustituyó y ahora es ella la que lo echa del régimen.
CON GENERAL HALLESLEVEN COMIENZA DICTADURA
De Omar Halleslevens Acevedo, quienes los conocen resaltan una ironía de la vida: el hombre decía repudiar lo militar por su desprecio a la Guardia Nacional y aunque se metió a combatirla con balas, solía decir que cuando derrocaran a la dictadura de Anastasio Somoza, se quitaría el uniforme de rebelde y se marcharía a vivir del campo.
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Pero eso nunca pasó. Omar Halleslevens Acevedo se quitó el uniforme de soldado irregular y se puso el formal del nuevo Ejército de apellido sandinista. Y aunque nunca dejó su deje norteño, tampoco se fue al campo, como decía. Se quedó en Managua a disfrutar del triunfo de aquella revolución que a muchos les cambió la vida para siempre. Pasaron de ser gente de familias modestas algunos, a dueños de fincas, negocios y propiedades sin haber trabajado nunca.

El mismo Halleslevens Acevedo, ni siquiera terminó su carrera de Química y Farmacia que cursaba en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en León, con la justificación de que debía luchar contra la dictadura de la familia Somoza, aunque irónicamente fue con él que Ortega, comenzó a sentar las bases de su propia dictadura cuando contra toda ley se reeligió llevando al exgeneral como su Vicepresidente.
Moisés Omar Halleslevens Acevedo, nació en La Libertad, Chontales, igual que Daniel Ortega. Solo que él lo hizo el 4 de septiembre de 1949. Hijo de Eduardo Halleslevens López y Rita Acevedo. Es padre de ocho hijos y seis nietos.
DICEN QUE ERA ANTISOMOCISTA
Estudió su primaria en La Libertad hasta su tercer año de secundaria. Inició su cuarto año en Juigalpa, en el Instituto Nacional “Josefa Toledo de Aguerri”, pero al año siguiente, en 1968, viajó a Managua a continuar su cuarto año en el Instituto “Miguel Ramírez Goyena” donde se bachilleró.
Cuando el joven Halleslevens Acevedo llegó a Managua, ya traía el sentimiento antisomocista que su madre, principalmente, le había cultivado como simpatizante del opositor de aquellos años, el conservador Fernando Agüero Rocha. Pero muy pronto como muchos, se desencantó con los tratos a los que el político llegó con la dictadora de aquella época y que más bien terminaron atornillándola más al poder.
Halleslevens Acevedo estudiaba en la Facultad de Química y Farmacia, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en León, cuando decidió integrarse a los conspiradores sandinistas. Se involucró con el Frente Estudiantil Revolucionario, (FER), que servía de puerta para que los universitarios ingresaran después al Frente Sandinista, que ya operaba en la clandestinidad.
ORTEGA APUÑALA A SU OTRO LIBERTADOR
Que Halleslevens Acevedo formara parte del comando de 13 guerrilleros que asaltaron la casa de “Chema” Castillo, el exfuncionario de Somoza que murió en aquel asalto político, le dio al exgeneral un nombre que debía respetarse.
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Para 1974, Halleslevens Acevedo ya no iba a clases, se entrenaba para la guerrilla urbana y la misión del asalto lo terminó graduando. 10 varones y tres mujeres se lanzaron a la espectacular gesta. La «crema y nata» política de aquella dictadura departía en la casa de Castillo, sin esperar que sufrirían el asalto.

La defenestración de Halleslevens Acevedo de su oficina política en Managua como funcionario del régimen de Ortega, es la misma acción de mal agradecimiento del dictador contra otro de sus libertadores, como lo hizo antes con el general Hugo Torres, que fue parte de ese mismo comando y que murió siendo su preso político. En la lista de los liberados con el asalto, se contó también al preso 98, nada menos que Daniel Ortega, ahora devenido en el dictador de Nicaragua.
Omar Halleslevens Acevedo, fue después jefe de columna en el Frente Norte. Combatió contra la guardia de Somoza en las zonas de Yalí, Condega, Matagalpa y Estelí. Disparó balas en la insurrección de 1978 en Estelí donde combatió hasta el 16 de julio de 1979 que la Guardia Nacional se rindió.
Y mientras Ortega se tomaba fotos y salía en videos con uniforme de campaña y una arma colgada como medalla de competidor olímpico pero que nadie asegura haberlo visto disparar en las refriegas de liberación, Halleslevens Acevedo y su columna, recibió la orientación de quedarse en Estelí y pudo llegar a Managua hasta después del 19 de julio, según contó en uno de los tantos reportajes del triunfo sandinista.
DE MILITAR A CIVIL, PERO CON TOQUE MILITAR
Daniel Ortega eligió a Omar Halleslevens Acevedo como su vicepresidente para buscar una reelección en 2011 que le era prohibida, pero que logró destrabar con patrañas de sus magistrados en la Corte Suprema de Justicia.
En los 80, Halleslevens Acevedo fue jefe de la Contrainteligencia Militar, un cargo que le dio mucho poder en las filas castrenses y en el que mucho de estrategia conspirativa se aprende. Llegó a la jefatura del Ejercito en 2005 y se retiraría un año antes de que Ortega hiciera «el zarpaso» para reelegiste para un siguiente mandato continuo.
Antes de su salida el general en retiro fue clave para afinar las relaciones de los militares con la cúpula sandinista y el comienzo de un retroceso de su profesionalización colocando en cargos importantes a gente fiel a Ortega que le garantizara alianzas primero y su sometimiento después.
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Hay voces que aseguran que la caída de Halleslevens Acevedo comenzó a mediados de noviembre del año pasado, cuando el régimen derogó el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología (Conicyt) que le daba poder al general en retiro: presupuesto, oficinas y personal.
Todo eso de lo que gozó, hizo pensar a alguien que el exjefe del Ejército podría ser presidenciable si antes le sirvió al dictador como segundo al mando. Con lo que no contó el guerrillero que sacó a Ortega de la cárcel junto a otros 12, es que Murillo, no permite ninguna “sombra”, no importa la cantidad estrellas que haya cargado en sus hombros.
