El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Baéz dijo este domingo que “el silencio temeroso, la complicidad solapada y el volver la cara a otro lado” no aportan a la lucha para conseguir un cambio social y salir de la opresión en sociedades como la nuestra donde han sido vulnerados todos los derechos y libertades.
“Esto no solo no colabora a construir una nueva convivencia social, sino que nos vuelve mediocres, nos hace ciudadanos fracasados y, al final, nos marchita el corazón. No enterremos el talento, no enterremos la vida y la fe bajo el conformismo y la indiferencia”, exhortó en su homilía desde el exilio en Estados Unidos.
En la lucha por lograr un cambio social justo y sostenible hay muchas dificultades, no se ven soluciones a corto plazo, hay cansancio y miedo, reconoció Báez. Sin embargo, para lograrlo la costumbre, la pasividad, la resignación y la indiferencia no son una opción.
“Ver como normal lo que es inhumano e injusto es una forma moderna de esconder el talento. Las actitudes que nos van a llevar a salir de la opresión y de la injusticia son la audacia, la capacidad de riesgo, la humildad para aunar fuerzas entre todos, la rebeldía espiritual y la búsqueda creativa. Y, sobre todo, la apertura a Dios en la oración y la escucha humilde del Espíritu, que conduce la historia la libertad y a la verdad”, continuó.
Según el obispo, uno de los más críticos con la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, “quien no toma iniciativa alguna por miedo a equivocarse, ya se está equivocando”.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, acentuada tras las elecciones de noviembre de 2021, en las que el presidente Ortega, en el poder desde 2007, fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo. Hay más de 90 presos políticos, incluido monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa.
