"Nos están matando en Colombia", las palabras de joven que recibió disparos
Organizaciones sociales y ciudadanos colombianos denunciaron que civiles armados han atacado a participantes en las protestas contra el Gobierno, al que reclaman el cese de la brutalidad policial y medidas para mejorar las condiciones de vida.
- May 06, 2021
- 09:50 AM
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"Nos están matando en Colombia", vociferaba Lucas Villa en las manifestaciones pacíficas de este miércoles en la ciudad de Pereira (centro-oeste), poco antes de que, al parecer, dos personas comenzaran a disparar contra la protesta y este estudiante de 37 años acabase en estado crítico en el hospital.
El joven se encontraba, junto a otros manifestantes, protestando de forma pacífica en el viaducto que comunica esta ciudad, capital del departamento de Risaralda, con la vecina Dosquebradas, cuando personas vestidas de civil en un vehículo abrieron fuego hiriendo de gravedad a tres jóvenes.
Villa era estudiante universitario de Ciencias del Deporte y participó de manera activa en las protestas de los últimos días, coreando eslóganes de forma pacífica, bailando y motivando al resto de sus compañeros para protestar contra la reforma tributaria, primero, y la brutalidad policial y otras políticas gubernamentales una vez que esta fue retirada por el Gobierno.
"Él estaba en un plantón rodeado de otras personas con bailes, con llamados, motivando a las personas para que se despertaran de este adormecimiento social”, explicaba a la emisora RCN la tía del joven, Martha Viviana de las Salas, quien lo calificó como "un guerrero de la vida", que “nunca se caracterizó ni estuvo vinculado en una situación de violencia".
El joven recibió ocho impactos de bala a la altura del cráneo, según confirmó a los medios el gerente del hospital San Jorge de Pereira, Juan Carlos Restrepo, y se encuentra en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos con una condición neurológica muy grave.
DENUNCIAS DE BRUTALIDAD POLICIAL
Aún no hay confirmación de quién disparó el arma contra los jóvenes, si fueron civiles, fuerzas armadas o paramilitares, pero se trata de un episodio más de violencia en las protestas que tienen en vilo al país desde el 28 de abril.
La Defensoría del Pueblo informó el miércoles de al menos 24 homicidios durante las protestas, pero la Fiscalía señaló posteriormente que luego de utilizar "todos los mecanismos de esclarecimiento judicial", determinó que "11 muertes violentas se dan por ocasión de esas manifestaciones, 7 están en verificación y 6 homicidios no tienen vínculo", aunque aseguró que iba a imputar a policías por los homicidios de 3 civiles.
Organizaciones sociales y algunas ONG que se dedican a documentar casos de brutalidad policial, como Temblores, aumentan esa cifra a 37 homicidios por parte de la Policía, y más de 200 víctimas de violencia física así, como 10 de agresiones sexuales por parte de la fuerza pública, según el último reporte que contiene los hechos del 28 de abril al 5 de mayo.
Entre tanto, la Defensoría señaló que 89 personas han sido reportadas como desaparecidas desde que comenzaron las manifestaciones pero el fiscal general, Francisco Barbosa, aseguró que 38 de ellas "ya fueron ubicadas".
Organismos internacionales y varios países han condenado estos últimos días la dureza con la que el Gobierno colombiano ha contestado a las protestas y la "brutalidad policial" vivida en las calles.
Ataques armados de civiles contra manifestantes en Colombia
Organizaciones sociales y ciudadanos colombianos denunciaron que civiles armados han atacado a participantes en las protestas contra el Gobierno, al que reclaman el cese de la brutalidad policial y medidas para mejorar las condiciones de vida.
En varias partes del país han surgido denuncias de intimidaciones a manifestantes por parte de hombres armados supuestamente opuestos al vandalismo y en algunas han sido incluso atacados a tiros.
"En estos momentos existen expresiones de violencia que agravan por completo la situación porque no sabemos quiénes son los que amenazan, los que persiguen, los que disparan y los que matan", dijo a Efe el analista Jairo Libreros, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Externado de Colombia.
El más reciente ataque ocurrió este miércoles en Pereira, capital del departamento de Risaralda, en el Eje Cafetero, donde tres jóvenes fueron heridos de gravedad por desconocidos que les dispararon desde vehículo.
El caso más delicado es el de Lucas Villa, estudiante universitario de Ciencias del Deporte que recibió ocho balazos y está en estado crítico en un hospital de Pereira.
Las otras dos víctimas del ataque fueron otro estudiante y un vendedor informal.
Las víctimas participaban pacíficamente en un plantón en el Viaducto César Gaviria, que une a esa ciudad con la vecina Dosquebradas.
La Defensoría del Pueblo informó el miércoles de al menos 24 homicidios durante las protestas. Sin embargo, la Fiscalía determinó que "11 muertes violentas se dan por ocasión de esas manifestaciones, siete están en verificación y seis homicidios no tienen vínculo" con las protestas.
Sin embargo, organizaciones sociales y ONG que documentan casos de brutalidad policial, como Temblores, aumentan esa cifra a 37 homicidios por parte de la Policía, en hechos ocurridos entre el 28 de abril -cuando comenzaron las manifestaciones- y el 5 de este mes.
BROTES DE "VIGILANTISMO"
Libreros asegura que cuando no se impone el uso legítimo de la fuerza de forma concomitante con la vigencia de los Derechos Humanos y cuando no se tiene la capacidad para determinar quiénes son los que toman las decisiones y mueven los hilos que agitan el vandalismo, surgen situaciones como el "vigilantismo".
"Algunos ciudadanos con intenciones reprochables se creen dueños de la seguridad y la justicia y empieza el brote del vigilantismo que ha dejado una huella pavorosa en toda América Latina y que en última instancia se convierte en la semilla del paramilitarismo", explica el catedrático.
Agrega que esos ataques los llevan a cabo personas que a título propio o representando intereses de terceras personas se convierten en vigilantes o en personas que están "dispuestas a eliminar a todo aquel que consideren ellos enemigo".
"Eso es un cóctel explosivo que ha dejado una huella pavorosa en Colombia por cuenta del conflicto armado y que en algunas oportunidades (son) expresiones de violencia urbana como aparentemente está ocurriendo en este caso (el de Pereira)".
EL ESTADO DEBE ACTUAR
Para Libreros, el Estado está llamado a actuar en estas situaciones y debe garantizar la vigencia del Estado de derecho, los principios relacionados con las garantías de la convivencia y la seguridad ciudadana.
"Debe intervenir con el aparato de seguridad y justicia para identificar quiénes son las personas que aparentemente están violando los derechos de los ciudadanos para que estos sean judicializados", apostilló.
Igualmente, debe prevenir este tipo de gérmenes relacionados con el "vigilantismo o el paramilitarismo" y velar porque los ciudadanos tengan la libertad de ejercer la protesta pacífica.