Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, fue condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por la justicia orteguista, tras ser declarado culpable de cuatro delitos: menoscabo a la integridad nacional; propagación de noticias falsas, a través de las tecnologías de la información y la comunicación; obstrucción de funciones y agravada desobediencia o desacato a la autoridad.
Según la dictadura, monseñor Álvarez debe permanecer preso hasta el 13 de abril 2049, además de que le confiscaron todas las pertenencias que le ocuparon cuando fue secuestrado, pero no dieron detalles de esos bienes.
Sin haberle realizado juicio alguno, la juez Segundo de Distrito Penal de Juicio de Managua, Nadia Tardencilla, emitió la sentencia de culpabilidad e inmediatamente dictó las penas.
La sentencia fue leída por el presidente de la Sala Penal Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), Octavio Rothschuh Andino, en conferencia de prensa la tarde de este viernes.
Perdida de nacionalidad
La sentencia fue emitida a las 2:05 de la tarde de este 10 de febrero y en la misma se declara a monseñor Álvarez como traidor a la patria, por lo cual inmediatamente también lo despojaron de la nacionalidad nicaragüense.
Además, lo condenaron a 15 años de prisión por el delito de menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsa.
Por esa misma razón, lo inhabilitaron de forma perpetua para ejercer la función pública en nombre o al servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargo de elección popular.
Igualmente, le declararon la perdida de los derechos ciudadanos del condenado, misma que tendrá carácter perpetuo.
Por el delito de propagación de noticias falsas, la justicia orteguista condenó al obispo a otros cinco años de prisión, así como a 810 días multas, lo que equivale a un monto de 56,461 córdobas con 15 centavos, los cuales deberá pagar en una cuenta de Banpro.
Ortega lo condena por no subir al avión
El no haber subido al avión hizo que Daniel Ortega ordenara que al obispo Álvarez también se le condenara a cinco años y cuatro meses de prisión por obstrucción a la autoridad.
Le achacaron otro año más de prisión por desacato a la autoridad, siempre por no haber querido subir al avión.
La juez Tardencilla ordenó que las penas se cumplieran de forma sucesiva, por lo que en total monseñor Álvarez está condenado a 26 años y cuatro meses de prisión.
