El Tribunal de Apelaciones de Estelí ratificó el beneficio de libertad concedido al militante del régimen de Daniel Ortega, Abner Onell Pineda, quien el 19 de julio del año pasado asesinó al opositor Jorge Luis Rugama en La Trinidad por gritar “Viva Nicaragua libre” a una caravana del Frente Sandinista.
El 19 de noviembre pasado el pistolero de Estelí había sido condenado a un año de prisión luego de que la justicia orteguista cambiara la tipificación del delito de homicidio a “homicidio imprudente”.
Además, el juez Erick Ramón Laguna Averruz, titular del Juzgado de Distrito Penal de Juicio de Estelí, ordenó que fuera liberado de inmediato al otorgarle de suspensión de ejecución de la pena.
Esa sentencia había sido recurrida ante el Tribunal de Apelaciones de Estelí por el abogado Ever Acevedo, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), en representación de Luisa Rizo, mamá de la víctima.
El magistrado Roberto Petray, del Tribunal de Apelaciones, recomendó que Abner Onell Pineda fuera recapturado por la Policía y sea condenado a 11 años de prisión.
“Fue bien recibida la noticia de que, dentro de la misma sentencia, uno de los magistrados actuando apegado a derecho, Roberto Petray, disintió de lo que dijeron los otros dos magistrados y en su resolución ordenó que se declarara culpable a Abner Onell Pineda por el delito de homicidio y portación ilegal de armas, se condenara a 11 años de prisión, se revocara el beneficio y se mandara a recapturar”, explicó a Boletín Ecológico el abogado Ever Acevedo a su salida de los juzgados de Estelí este lunes.
Sin embargo, en la misma resolución la magistrada presidenta Hilda Rugama Zelaya y el magistrado José Dolores Ubau Flores, ratifican el fallo del juez que concedió la libertad al militante orteguista, por lo que seguirá en libertad.
En la sentencia, el juez que ordenó la libertad del pistolero indicó que éste sufría presuntos “traumas psicológicos” a raíz del “intento fallido de golpe de Estado”, de 2018.
UNA MADRE QUE SIGUE BUSCANDO JUSTICIA
Este lunes, Luis Rizo, la mamá de Jorge Luis Rugama, se presentó a los Juzgados de Estelí para conocer el fallo de los magistrados.
Sintió alegría al conocer la postura del magistrado Petray, pero rechazó el fallo que mantiene la libertad para el asesino de su hijo.
Luisa, de 73 años, siente impotencia e indignación.
El 19 de noviembre del año pasado, después de casi cuatro meses de peregrinar en busca de justicia por el asesinato de su hijo, cuando Luisa regresó a su casa se derrumbó en llanto. Desde el inicio del juicio era consciente de que el hombre que mató a Jorge Luis podría no pagar la pena carcelaria que correspondía. “La sentencia es una burla”, declaró entonces a DESPACHO 505.
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“Aunque desde un inicio sabía que este hombre quedaría en libertad, no pude evitar las lágrimas al regresar a mi casa, porque estoy muy indignada. Todo el proceso fue una burla y esta sentencia es ignorancia (del juez), deja la impresión que al que mataron fue a un gato”, recrimina desde su vivienda en el barrio Francisco Alvarado, del municipio de La Trinidad, Estelí.
Sospecha que Pineda, extrabajador de la Alcaldía y fanático orteguista, ni siquiera enfrentó el proceso en la cárcel, ya que nunca llegó a las audiencias de juicio vistiendo el uniforme azul que desde 2018 obligan a usar a los reos.
El asesinato de Jorge Luis Rugama es uno de los más de 328 que permanecen en la impunidad en el contexto de la crisis sociopolítica de Nicaragua que inició en abril de 2018.
