El exdiplomático Mauricio Díaz considera que lo más adecuado para Nicaragua en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha sido la aprobación de una resolución enfocada en una salida electoral a través de una negociación inclusiva entre el régimen de Daniel Ortega y actores nacionales que representan a la oposición.
Considera que el pedido de declarar ilegítimo el gobierno de Daniel Ortega en esta reunión del órgano hemisférico no es atinado. El tema es obligarlo con una resolución a que restituya los derechos constitucionales de todos los nicaragüenses, porque para declararlo ilegítimo se debe contar con 24 votos y es más difícil, en cambio para una resolución de esta naturaleza se requiere la mitad más uno de votos de los Estados miembros.
El proyecto de resolución aprobado este miércoles establece una serie puntos que están enfocados a que el gobierno de Daniel Ortega respete plenamente el orden constitucional, los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como la celebración de elecciones presidenciales y legislativas nacionales, libres, justas y transparentes.
MÁS NOTICIAS: OEA aprueba resolución sobre Nicaragua y emplaza a Ortega para que aplique reforma electoral
Para el analista la aprobación de este proyecto de resolución en los términos que está redactado es muy positivo para el país, porque lo que busca la OEA en implementar una reforma electoral que logre un proceso de elecciones con estándares internacionales, tales como la modernización y reestructuración del Consejo Supremo Electoral para garantizar que funcione de manera totalmente independiente, transparente y responsable, un proceso político plural que conduzca al ejercicio efectivo de los derechos civiles y políticos, incluidos los derechos de reunión pacífica y la libertad de expresión, y el registro abierto de nuevos partidos políticos.
Sobre el punto de registro de nuevos partidos políticos, el exdiplomático no está de acuerdo porque considera que sería “pulverizar y fragmentar más a la oposición”. Dice conocer de al menos una decena de nuevas solicitudes de partidos políticos ante el CSE, “existimos 17 y habrán más, que cuando se creó la UNO, en el año de 1990”, compara.
Valora como importantísimo que se garantice la observación nacional, internacional independiente, creíble y acreditada, así como la revisión técnica independiente y actualización de los registros electorales y auditoría independiente de las listas de votante. Es decir, un padrón electoral actualizado, “porque desde Roberto José Rivas Reyes hasta hoy, no se ha logrado tener una auditoría del padrón confiable e independiente”, señala.
En síntesis, expresa el exembajador de Costa Rica, es una resolución que recoge el consenso de las demandas planteadas por las colectividades más representativas de la oposición política de Nicaragua, “desde las de hecho como las de derecho, ejemplo, CxL, es de derecho, y las de hecho, como la UNAB, la Coalición Nacional y la Alianza Cívica”, aclara.
LECCIONES DEL CASO DE BOLIVIA
En otro tema el analista internacional se refirió a las recientes elecciones en Bolivia, en donde el partido de Evo Morales -MAS- se alzó con el triunfo en primera vuelta con más de 52% de los votos. Hay enormes diferencias sostiene. La primera, el hecho de que Bolivia es un país con una considerable población indígena, entre la que Evo Morales dejó una huella muy importante porque las «dignificó».
Además, considera que Luis Arce, ganó las elecciones porque supo orientar un discurso atractivo para la mayoría indígena y por otro lado, hubo un voto que se dividió por parte de uno de los candidatos opositores, como fue Luis Camacho, líder de Santa Cruz, que le quitó votos a Carlos Mesa.
“Es importante destacar que si no hay unión, Daniel Ortega ganará así de simple, entonces hay que buscar una unidad, pero bien armada, ni improvisada, que no termine en un fiasco, en donde se llega al poder y luego en el poder se disuelve por intereses ideológicos o políticos partidarias. Lo que debemos tomar nota en Nicaragua es que se debe buscar la unidad y no hay mayoría indígena y la gente aquí está muy inclinada en votar contra Ortega, lo que él tiene es un control de base radical que no llega al 30 %, entonces, sería el colmo que nos derrote con eso” confió.
