El Movimiento Campesino, cuyos principales dirigentes se encuentran en el exilio repartidos en diferentes facciones, anunció desde Costa Rica la elección de una nueva junta directiva encabezada por Nuri Sequeira y Víctor Manuel Díaz González.
La nueva junta directiva se pronunció a favor de la búsqueda de «alianzas» con todos sus miembros, una propuesta respaldada por Francisca Ramírez quien quedó como miembro del Consejo de la organización.
El Movimiento Campesino de Nicaragua nació en defensa de sus tierras a raíz de la aprobación, en junio del 2013, de la Ley 840 conocida como la Ley de Canal Interoceánico. En 2018 se sumó a la lucha por la democracia, la libertad y la justicia en Nicaragua y desde entonces decenas de sus miembros han sido encarcelados, desterrados y asesinados por la dictadura.
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Sin embargo, en los últimos cinco años la falta de acuerdos entre diferentes líderes nacionales del Movimiento también ha sido evidente y ahora, una vez más, buscan la cohesión.
BUSCAN LA UNIDAD DE TODOS SUS MIEMBROS
Francisca Ramírez asegura que están reorganizándose, ya que el Movimiento Campesino tiene diez años de luchar contra el proyecto del Canal Interoceánico en Nicaragua y que después del 2018 se sumaron a la petición de justicia para las víctimas de las violaciones de los derechos humanos de la dictadura.
En febrero pasado el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo excarceló y desterró a Estados Unidos a 222 presos políticos entre los que se encontraba Medardo Mairena, Pedro Mena y Freddy Navas, miembros de este movimiento.
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Francisca Ramírez anunció que el siguiente paso es buscarlos para dialogar.
“Yo creo que ya no se trata ni de orgullo ni de otros intereses más que se salga de Ortega. En este caso vamos a ser muy humildes, creo que los campesinos tenemos esas cualidades y creo que ellos van a estar muy interesados en que el Movimiento llegue a tener una unidad para tener una fortaleza ya que nosotros creemos necesario hacer un diálogo con otras organizaciones, ver si los intereses son los mismos y hacer una alianza, no una unidad, sino una alianza de fuerzas para demandar el retorno de la democracia”, explicó Ramírez.
El Movimiento Campesino realizó cientos de marchas demandando la derogación de la Ley 840 que amenaza con la expropiación de sus tierras. A raíz de la represión del régimen la mayoría de la dirigencia de esta organización se tuvo que exiliar.
