La sociedad civil denuncia en la IX Cumbre de las América la "degradación de las democracias"

Las organizaciones de la sociedad civil y actores sociales del continente americano alzaron su voz en la IX Cumbre de las Américas sobre la situación política. En un documento, que entregarán a los jefes de Estado presentes en el encuentro, plasmaron su preocupación por la “degradación de las democracias” que atribuyen a la instauración de regímenes autoritarios. También demandaron la liberación de los presos políticos en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

“Vemos con preocupación la degradación de las democracias en la región, por la instauración de líderes autoritarios, la persistencia de desigualdades estructurales y por la puesta en práctica de acciones y/o políticas restrictivas y regresivas de derechos humanos que agravan notablemente la calidad de vida en todos los países”, señala parte del documento que analizó el tema de la gobernabilidad democrática.

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Las organizaciones señalaron que los gobiernos necesitan “crear mecanismos” para abordar el tema de derechos humanos, transparencia y anticorrupción, los cuales son necesarios “para alcanzar una verdadera y efectiva gobernabilidad democrática”.

“Las naciones tenemos el gran desafío de superar la corrupción y la falta de transparencia, así como también profundizar la unidad, la hermandad y la cooperación entre los pueblos y gobiernos, tomando en cuenta el derecho y la dignidad de cada uno a su libre determinación”, exponen.

CONDENAN DICTADURAS Y PIDEN LIBERAR A PRESOS POLÍTICOS

Los miembros de la sociedad civil presentes en la Cumbre, condenaron las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela, los cuyos gobernantes Daniel Ortega, Miguel Díaz Canel y Nicolás Maduro, respectivamente, no fueron invitados.

En la proclama hicieron un llamado a eliminar la violencia política y demandaron la inmediata liberación de todos los presos políticos en todos los países. En Nicaragua unas 182 personas están detenidas por razones políticas, la mayoría en el contexto de las fallidas elecciones de noviembre pasado.

Los participantes de la sociedad civil se pronunciaron sobre la independencia de los poderes de Estado, en especial el Judicial y Electoral y demandaron “que no haya más impunidad en las América”. El documento también incluye que se debe garantizar la seguridad física y la personalidad jurídicas de las organizaciones de la sociedad civil “y la no criminalización de la cooperación nacional e internacional incluyendo la gestión y ejecución de esos recursos”.

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Nicaragua desde finales del 2018 hasta la fecha ha ilegalizado a unas 440 oenegés tanto nacionales como internacionales, y el régimen ha argumentado incumplimiento de las leyes nacionales.

“Detener el avance del crimen organizado dentro de las clases políticas y las capturas del Estado, que aprovechan el populismo para desmantelar las instituciones democráticas”, expone el documento.

Hicieron un llamado a proteger a los grupos vulnerables, erradicar el acoso y la discriminación en el entorno laboral, así como el abuso y explotación sexual, y expusieron que se debe de asegurar el respeto a la libertad de prensa, expresión y opinión.

Abogaron por la firma de un convenio regional sobre la migración, refugio y desplazamiento interno, que incluya medidas “estructurales que eviten la expulsión y éxodo de migrantes y respete el derecho de asilo político y protección internacional".

DENUNCIAR LA CORRUPCIÓN

El documento también aborda la transparencia y anticorrupción donde alientan la denuncia de irregularidades y actos de corrupción donde se debe proteger al denunciante y reparar a las víctimas de este flagelo.

“Penalizar la corrupción y exigir la transparencia en el manejo de los fondos públicos”, señala la proclama de la sociedad civil donde además piden que se deben garantizar fondos para luchar por la democracia y sanciones para los funcionarios corruptos.

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También exigen que a los organismos y agencias multilaterales que los préstamos que otorguen sean condicionados al respeto a los derechos humanos. La sociedad civil también demandó mayor participación en diferentes instancias de la región.

“En esencia, el buen carácter alimentado por los valores de la fe, esperanza, caridad, amor, humildad, perseverancia, paciencia, equidad, no violencia y no discriminación son el antídoto contra la corrupción”, señala la declaración.