Fitch sobre Nicaragua: La remesas salvan a una economía en apuros, pero hay riesgos por tensiones con Estados Unidos y Europa

El déficit del INSS, el aumento de la inflación y la incertidumbre por la crisis sociopolítica rebajan las proyecciones de crecimiento anunciadas por el Banco Central.

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  • June 17, 2022
  • 02:28 AM

La agencia internacional calificadora de riesgo Fitch Ratings prevé un crecimiento del 3,9% de la economía de Nicaragua este año, “apoyado por las fuertes remesas en curso”, según un informe divulgado este viernes. 

Fitch rebaja la proyección del Banco Central de Nicaragua que espera un crecimiento de hasta un 5% en 2022.

“El crecimiento repuntó con fuerza un 10,3% en 2021, devolviendo el Producto Interno Bruto real a sus niveles de 2017, después de tres años de contracción, debido a las protestas sociales de 2018 y a la pandemia de Covid-19 en 2020.  El consumo privado ha sido un motor clave de la recuperación, apoyado por las fuertes remesas”, señaló la agencia. 

Las remesas que reciben los nicaragüenses de diferentes partes del mundo mostraron un crecimiento interanual del 29.1% en el primer cuatrimestre de 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021, tras acumular 866,5 millones de dólares entre enero y abril pasado.

Los principales países de donde se originaron las remesas que recibió Nicaragua en abril de 2022 fueron Estados Unidos (75,2 %), España (9,2%), Costa Rica (8,4%), Panamá (2,3%) y Canadá (1,2%). En 2021 Nicaragua recibió 2.146,9 millones de dólares en remesas, un 16% más que en 2020, según cifras oficiales.

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La proyección de crecimiento, aunque menor a la esperada por el Gobierno, también se sustenta en la fuerte demanda internacional y los altos precios de las materias primas. 

REELECCIÓN DE ORTEGA, UN FACTOR DE RIESGO

Fitch da una calificación de 'B-' a la economía de Nicaragua, aunque destaca a su favor un cordón de políticas macroeconómicas prudentes con un marco centrado en una paridad móvil, respaldado por una sólida posición de liquidez externa y unas métricas de deuda pública favorables.   

Pero hay puntos débiles que no han podido resolverse y representan un riesgo para la economía, uno de ellos es la crisis sociopolítica que se recrudeció con la reelección sin competencia política de Ortega y Murillo en noviembre de 2021.

“Los indicadores de gobernanza están entre los más débiles de la categoría "B".  La debilidad del Estado de Derecho y las elecciones de 2021 han avivado las tensiones con Estados Unidos y la Unión Europea, y han provocado nuevas sanciones”, destaca Fitch

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El gobierno de Estados Unidos promulgó la Ley RENACER tras las elecciones, endureciendo las sanciones a personas e instituciones señaladas.  “La continua erosión de los indicadores de gobernabilidad, un posible endurecimiento de las sanciones y el clima de tensión más amplio con los principales actores mundiales suponen riesgos clave”, advierte la calificadora en su informe.  

INCERTIDUMBRE EN LA FINANCIACIÓN

Fitch insiste en que las tensiones con Estados Unidos y la Unión Europea suponen un riesgo para el crecimiento y la financiación externa y fiscal.        

Las sanciones de Estados Unidos y el deterioro de la gobernanza no han impedido que Nicaragua obtenga un apoyo récord de los organismos multilaterales en 2020-2021, “aunque de forma puntual debido a la pandemia y los huracanes”.  

La financiación externa depende cada vez más del banco de desarrollo regional Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).  La financiación sigue dependiendo predominantemente de los préstamos externos, mientras que la emisión de bonos nacionales ha sido una fuente de financiación pequeña, pero algo más relevante desde 2019.

DÉFICIT FISCAL Y LA INFLACIÓN 

La inflación alcanzó el 10,6% interanual en mayo, impulsada principalmente por los elevados precios de los alimentos y los combustibles.  

En marzo, el Gobierno anunció una congelación de los precios de los combustibles, que ha prorrogado de forma puntual, lo que podría limitar las presiones al alza sobre la inflación. 

Finalmente, el déficit del gobierno se redujo al 1,2% del PIB en 2021 después de un deterioro relativamente modesto al 1,8% en 2020.   

“Fitch prevé que el déficit se amplíe hasta el 1,7% en 2022, ya que los beneficios de la recuperación económica y la eliminación progresiva del gasto en la pandemia se ven compensados por el coste de las subvenciones a los combustibles”, explican.

Aunque advierten que los déficits de la seguridad social siguen siendo una fuente de presión sobre las finanzas públicas; sin embargo, los ajustes paramétricos realizados en 2019, y una recuperación del mercado laboral en curso que está levantando las afiliaciones.

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