Dictadura expulsa a las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta tras 34 años de servicio en Nicaragua
Las misioneras son obligadas a salir del país y cerrar un hogar de ancianos, una guardería para hijos de vendedores ambulantes, proyectos de educación y entrega de alimentos.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó la expulsión de Nicaragua de las Misioneras de la Caridad, la congregación religiosa fundada por la Madre Teresa de Calcuta y que desde hace 34 años se dedicaba a asistir con comida, ropa, medicina y educación a los más pobres.
La Asociación Misioneras de la Caridad ha sido incluida en un nuevo paquetazo de cancelación de personerías jurídicas que ya está en la Asamblea Nacional que incluye a otras 100 organizaciones civiles y religiosas de asistencia social.
Según la iniciativa de cancelación, que sería aprobada esta semana, las misioneras no están acreditadas “por el Ministerio de Familia para funcionar como Guardería – CDI, Hogar de niñas y Asilo de ancianos”, tampoco “tienen permiso de funcionamiento por el Ministerio de Educación para realizar reforzamiento de aprendizaje” y sus “estados financieros reportados al Ministerio de Gobernación no coinciden con los documentos presentados en la supervisión”.
La Asociación Misioneras de la Caridad fue creada el 16 de agosto de 1988 y abierta luego de una visita de Madre Teresa de Calcuta a Nicaragua, durante el primer gobierno de Daniel Ortega (1985-1990). El régimen sandinista ya dirigía el país desde 1979, luego de la caída del dictador Anastasio Somoza y en esa visita se reunió con Ortega.
En la lista de organizaciones que el régimen ha ordenado cerrar también figuran la Fundación Católica de Ayuda al Desarrollo Humano de los Nicaragüenses, la Fundación Espiritualidad para Niños de Nicaragua, la Fundación Maternal Mi Infancia y la Asociación Casa de Atención a Niños de Diriomito.
Aunque no ha habido ninguna declaración oficial de la Iglesia, que trababa de la mano de las misioneras llevando comida a comunidades rurales pobres de Nicaragua, monseñor Silvio Báez se pronunció en Twitter sobre la expulsión de la congregación.
TRABAJO SOCIAL
Las Misioneras de la Caridad en Nicaragua administran el Hogar Inmaculado Corazón de María en Granada. Aquí reciben a adolescentes abandonados o víctimas de abusos.
Además de la ayuda espiritual y psicológica, los menores reciben clases regulares, de música, teatro, costura, belleza y otros oficios.
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En Managua, las religiosas dirigen un asilo de ancianos, a quienes brindan alimentación, vestimenta y otros cuidados.
Con su expulsión de Nicaragua y cancelación de su personería jurídica se vería finalizado también un proyecto de reforzamiento escolar a menores en situación de riesgo y cerraría una guardería para niños pobres, mayormente hijos de madres solteras y vendedoras ambulantes.
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