Monseñor Báez: “Ni la persecución y los ataques de los lobos de hoy, debe intimidar y detener la misión de la Iglesia”
El obispo define como “lobos” a los “sanguinarios, feroces y crueles” que desgarran el tejido social con sus ambiciones y crímenes.
- July 03, 2022
- 05:55 AM
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El Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez volvió a defender este domingo la misión de la Iglesia ante los “lobos de hoy”: personas que “quieren que la Iglesia sea como un grupo de corderos callados y ciegos, insensibles ante los conflictos, las injusticias y el dolor de la gente”.
“La sociedad en la que vivimos está poblada de lobos feroces, expertos en violencia e injusticia, que desgarran el tejido social con sus ambiciones y crímenes, hacen sangrar los corazones y roban la alegría y la esperanza a las personas y a los pueblos”, dijo el obispo durante su homilía dominical.
Según Báez, estamos rodeados de lobos sanguinarios, feroces y crueles. Frente a ellos pide no ser ingenuos y no guardar silencio ante su crueldad.
“Jesús nos pide que caminemos en medio de ellos, que anunciemos el evangelio y denunciemos sus crímenes, pero siendo siempre como corderos en medio de lobos”, explicó.
La exhortación de monseñor Báez se produce la misma semana en que la dictadura de Daniel Ortega expulsó de Nicaragua a las Misioneras de la Caridad, una organización que proveía alimentación, educación y cuidados a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores; personas de la calle y trabajadores ambulantes.
Esta misma semana, monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, denunció la censura de los canales Tv Merced Matagalpa y el Canal San José de la Diócesis de Estelí, que fueron sacados de la parrilla de cable por órdenes del régimen.
NO SER MIEDOSOS
Para denunciar la injusticia y la maldad de los lobos de hoy, señala Báez, no hay que ser lobos como ellos.
“Ya hay muchos lobos, no necesitamos más. Para evangelizar necesitamos de la mansedumbre de los corderos. No hay necesidad de odiar, de ser agresivos, cultivar rencor en el corazón, insultar o devolver mal por mal. Debemos confiar en la fuerza de la verdad, la bondad y la compasión, pero sin acobardarnos ni callarnos”, indicó.
El obispo, uno de los más críticos de la dictadura, recuerda que se puede ser pacíficos y buenos, sencillos y compasivos, sin necesidad de ser miedosos e indiferentes ante el mal, pues corremos el riesgo de volvernos cómplices de los lobos, cómplices del pecado, de la injusticia y de la maldad.
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“El Señor es más fuerte que cualquier lobo prepotente e injusto que calumnie, ataque o persiga a las ovejas de su Iglesia. Ni las tres “de”: el desánimo, ni la debilidad, ni la duda; ni la persecución y los ataques de los lobos de hoy, debe intimidar y detener la misión de la Iglesia”, concluyó.