Monseñor Álvarez llega al noveno día como rehén de la dictadura Ortega-Murillo

Monseñor Rolando Álvarez cumple este viernes nueve días como rehén de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y ocho desde que "oficialmente" quedó bajo amenaza de cárcel, como "investigado" de liderar a grupos violentos para impulsar un supuesto plan para atentar contra la estabilidad de Nicaragua.

Al obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, solo se le ha podido ver por medio de las redes sociales. La última vez fue hace 24 horas en la celebración de una eucaristía en la que se refirió a su encierro como una experiencia dura para los 5 sacerdotes, 3 seminaristas, y 2 laicos que se encuentran retenidos en un Curia Episcopal de Matagalpa.

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"Estamos en las manos de Dios, queremos hacer su voluntad", expresó el jerarca de 55 años, sin cuestionar la medida que lo tiene aislado generando alarma y preocupación internacional por su seguridad y su salud.

"Las experiencias dolorosas no caen en balde, no caen en el vacío, se ofrecen al Señor y el Señor las retorna en bendiciones para nosotros", apuntó.

MONSEÑOR ÁLVAREZ LLAMÓ A NO DAR PASO AL MIEDO NI AL ODIO

El jerarca también instó a superar el odio, la desesperanza, y "no guardar rencor ni resentimiento en el corazón, no desear mal a nadie, no pagar mal por mal, sino vencer el mal con la fuerza y el poder del bien".

Desde el lado de la dictadura no hay ninguna comunicación oficial sobre lo que pasará con el sacerdote: destierro o cárcel, según las expectativas. Ambas medidas gravísimas que hacen parte de la política hostil de los Ortega-Murillo hacia la Iglesia Católica y que se ensaña en el obispo Álvarez por ser la voz más crítica y firme ante las violaciones de derechos humanos, crímenes y abusos de poder que ocurren en el país al mando del orteguismo y que se han agravado a partir de 2018, cuando estalló la crisis actual.

"El mal dentro de su naturaleza demoníaca siempre trata de confundir haciendo pensar que es el que vence, pero esa es una tentación de Satanás para desesperarnos", advirtió el religioso.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) había pedido en un comunicado al régimen de Ortega una salida negociada al secuestro de monseñor Álvarez, pero la dictadura no ha cedido.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua, ante la situación que vive nuestro hermano en el episcopado, Mons. Rolando José Álvarez Lagos, queremos expresar nuestra fraternidad, amistad y comunión episcopal con él, ya que esta situación nos toca el corazón como Obispos e Iglesia nicaragüense», expresó la CEN en el comunicado.

RETENIDOS EN ADORACIÓN

Monseñor Álvarez reiteró en su más reciente comunicación que están "retenidos" en la Capilla las Mercedes de la Curia Episcopal de Matagalpa, y aseguró que están, "gracias a Dios, bien de salud, viviendo en comunidad, en familia, rezando, celebrando la eucaristía, compartiendo entre nosotros, dialogando, conversando, con fuerza interior, con paz y serenidad en el corazón".

También "con una alegría en la conciencia que solo puede proceder de Dios", indicó.

"Es una paz, fuerza, serenidad y alegría sobrenatural. Estamos experimentando un retiro en la presencia del Señor", señaló.

MATAGALPA ATERRORIZADA POR LA POLICÍA

La agresión contra el obispo, se ha extendido a toda la ciudad de Matagalpa, cuyas calles son patrulladas las 24 horas mientras centro del municipio, donde se encuentra la Curia, permanece sitiado por la Policía Orteguista.

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El clima de terror aumentó con la aparición del comisionado Ramón Avellán al frente del operativo, pues es uno de los mandos policiales señalados como responsables de los asesinatos cometidos en 2018 en el contexto de la Rebelión de Abril.

A Avellán se le ha visto dar instrucciones en las calles cercanas a la Curia que están tomadas por oficiales y antidisturbios. En esa zona los propietarios de negocios han decidido cerrar sus puertas, mientras que los pobladores optan por pasar de lejos por miedo, según reportan en redes sociales.