Monseñor Álvarez: “No es el dragón infernal quien tiene la última palabra”

Monseñor Rolando Álvarez, quien hoy cumple 13 días de secuestro policial junto a diez de sus colaboradores, dijo ayer que “no es el dragón infernal quién tiene la última palabra, sino Cristo que vence a la muerte y al pecado”.

La Diócesis de Matagalpa volvió a transmitir la misa en las redes sociales, que son el único medio que permite constatar que se encuentra bien, pese al encierro. 

En la eucaristía de la solemnidad de la Asunción al cielo de la Virgen María, el obispo pidió el rezo de mil avemarías por quienes están a su lado “reunidos y retenidos” por la policía Orteguista en la Curia Episcopal.

La Policía señala al obispo de, supuestamente, intentar organizar a “grupos violentos” para desestabilizar al gobierno. 

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No obstante, él ha asumido su encierro con llamados a los nicaragüenses a no tener miedo ni perder la esperanza. “No es el dragón infernal quien tiene la última palabra, sino Cristo que vence a la muerte y al pecado. La muerte será el último enemigo en ser vencida y con el triunfo de Cristo, de la iglesia, de la virgen, entendemos entonces que todos nosotros triunfamos sobre el pecado, la muerte, la iniquidad, la adversidad, la dificultad”, dijo durante la eucaristía que fue seguida por miles de fieles por medio de las redes sociales, la única forma de comunicación que tiene el obispo.

MONSEÑOR PIDE MIL AVEMARÍAS POR LOS SACERDOTES

De ese triunfo de Cristo, asegura que “brota nuestra alegría serena, nuestra paz interior y nuestra esperanza incorruptible e inquebrantable en el triunfo del resucitado sobre la oscuridad, el pecado, la muerte, la iniquidad, es la esperanza del sepulcro vacío, porque no hemos de buscar entre los muertos al que está vivo”, enfatizó.

La mañana de este 15 de agosto, monseñor Rolando Álvarez rezó el rosario de la aurora por la paz de Nicaragua y pidió a los fieles conectados a la transmisión que recen mil avemarías, por la Iglesia y los cinco sacerdotes, tres seminaristas y dos laicos que están retenidos en la curia junto a él.

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“Recemos por nuestra Iglesia, por nuestros sacerdotes, por nuestra amada Patria, por nuestras intenciones personales y háganos el favor de ofrecerlas (las mil avemarías) por nosotros en este doceavo día en el que nos encontramos reunidos, retenidos en nuestra curia episcopal de Matagalpa”, pidió el prelado.

OTRO SACERDOTE PRESO Y DOS CON RESTRICCIONES PAR SALIR

Además de los religiosos retenidos en la Curia, junto al obispo Álvarez, desde el domingo 14 de agosto permanece bajo detención y aislado el sacerdote  Óscar Benavides Gutiérrez, párroco de la iglesia Espíritu Santo, en Mulukukú. Hasta el momento, la Policía Orteguista no informa sobre su paradero ni las causa de su detención.

Además, como parte de la arremetida frontal y sin precedentes contra la Iglesia católica, se conoció que la Policía Orteguista impidió que el padre Fernando Calero Rodríguez de Rancho Grande, Matagalpa saliera del municipio cuando se dirigía a la misa dominical matutina en la Catedral de Matagalpa. 

El otro ataque lo vivió el sacerdote Erick Díaz, párroco de la iglesia San José Obrero, en El Tuma, Matagalpa. El religioso fue retenido por patrullas policiales en la carretera y devuelto a la localidad junto a todos los que se dirigían a la fiesta mariana en la Catedral de Matagalpa.