Monseñor Leonardo Urbina es condenado a 49 años de cárcel

Monseñor Leonardo Urbina se convirtió en el primer sacerdote condenado a un encierro de 30 años de cárcel, la pena máxima contemplada en el Código Penal de Nicaragua, son 19 años menos del castigo impuesto por el juez orteguista Edén Enrique Aguilar Castro, titular del juzgado Tercero de Distrito Especializado en Violencia de Managua.

En la sentencia a la que accedió DESPACHO 505 el juez impone a monseñor Urbina 25 años por el delito de violación y 12 por cada uno los dos abusos sexuales que supuestamente cometió en perjuicio de una menor de edad.

Aunque el total de las penas suman 49 años, el juez  explicó que por mandato constitucional, monseñor cumplirá una pena de 30.

Según la sentencia, el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Boaco, deberá cumplir la condena en el sistema penitenciario Jorge Navarro de Tipitapa, conocido como La Modelo, provisionalmente hasta el 12 de julio del 2052.

El juez también estableció la inhabilitación absoluta  de monseñor Urbina (sin detallar de qué), durante 25 años, como una pena accesoria.

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El religioso fue acusado el 13 de julio por los supuestos delitos  de abuso sexual, violación a menores de 14 años y lesión psicológica en perjuicio de una menor de 12.

IRREGULARIDADES

Durante el juicio le fue negado el derecho de contar con su propio abogado  y  fue obligado a ser asistido por la defensora pública Jennifer Eliett Hernández, quien sería asistente del juez Edén Aguilar.

En el  juicio que concluyó el 25 de agosto también salieron a relucir otras arbitrariedades, señalan familiares de monseñor Urbina.

Aseguran que el proceso tenía que haberse ventilado en los juzgados de Boaco, donde supuestamente sucedieron los hechos.

José Ángel Urbina Hernández, de 78 años, papá de monseñor Urbina, explicó a DESPACHO 505, que  en el juicio ni siquiera se le permitió asistir a las audiencias y que la  Defensoría Pública tampoco le brindaba información del proceso.

Asegura que ni las copias de las actas de las audiencias le entregan y la defensora pública tampoco le recibe llamadas.

Cabe destacar que entre el 22 de julio y el 30 de agosto el papá de monseñor Urbina había solicitado en cinco ocasiones al juez que se nombrara como abogado defensor privado de su hijo al profesional del derecho Francisco Omar Gutiérrez.

A estas peticiones también se sumaron tres escritos presentados por el abogado en los cuales también había solicitado que se le nombrara como defensa del monseñor Urbina en sustitución de la defensora pública.

El 19 de agosto, el papá de monseñor Urbina se trasladó desde la comunidad El Tule de Boaco, hasta las oficinas centrales de la Defensoría Pública de Managua para presentar un escrito en el que pedía que no insistieran en continuar representando a su hijo.

La misiva fue dirigida a Clarisa Ibarra, directora de la Defensoría Pública y en ella el papá del párroco señaló que desde la audiencia preliminar realizada el 13 de julio, la defensora pública Jennifer Eliett Hernández "no hizo el mínimo esfuerzo  por hacer prevalecer los derechos de mi hijo".

Hasta ahora la Diócesis de Granada, a la que pertenece monseñor Urbina, no se ha pronunciado.