El revés de Colombia aísla más al régimen: Ortega deja ir otra solución a la crisis que vive Nicaragua

Diversos analistas consultados por DESPACHO 505 creen que la distancia que ha marcado Colombia de Daniel Ortega, por considerarlo según las palabras de su canciller Álvaro Leyva, un violador de derechos humanos, no solo aísla más al dictador, sino que hace perder otra oportunidad para sacar al país de la crisis sociopolítica a la que lo tiene sometido desde el 2018.

Estados Unidos, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Vaticano han intentado desde 2018 hacer retroceder a Ortega en su política represiva y han abogado en varias ocasiones por la liberación de los presos políticos.

“Se confirma que Ortega se queda solo en su propia región”, señala Santiago Cantón, director del programa Estado de Derecho de la organización Diálogo Interamericano. “Ni siquiera este Gobierno de izquierda lo apoya”, dice, al mismo tiempo que considera que la postura de Colombia, no pudo ser otra, debido a la larga trayectoria jurídica que tiene y que es destacada en América Latina.

El analista Alberto Cortés, cree por su lado que queda en evidencia “la intransigencia del dictador Ortega”, el desprecio a un llamado no solo de Colombia, sino de otros países de la región que quieren colaborar con los nicaragüenses que padecen persecución y ven sus derechos humanos lesionados. “Queda claro que al régimen no le interesa conversar sobre temas humanitarios”, criticó.

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Ambos coinciden en que la declaraciones del Canciller Leyva aclara de una vez que Colombia y varios países más, intentan aliviar la crisis de Nicaragua, colaborando primero en la gestión para liberar a presos políticos que la pasan muy mal en las cárceles del régimen de Ortega.

Pero que además, se han encontrado con el mismo dictador que se ha burlado de diálogos pasados e incumplido acuerdos que él mismo firmó, como los que convino con los integrantes de la Alianza Cívica, cuyos líderes mandó a secuestrar, les inventó causas judiciales y les impuso condenas que van desde los ocho a los 13 años.

“LOS DERECHOS HUMANOS NO SON NEGOCIABLES”

Gonzalo Carrión, del organismo defensor de derechos humanos Nicaragua Nunca+ dice que las críticas de Colombia son bienvenidas, pero les recuerda que “los derechos humanos no son negociables”.

 “No termina de convencer su ausencia en la Organización de Estados Americanos, OEA, y no es admisible que era porque buscaban acciones humanitarias. Al dictador Ortega se le debe pedir cuentas, no negociar sus violaciones a los derechos humanos”, critica Carrión.

Además se preguntó: "¿Por qué dice Colombia que condenará en las Naciones Unidas y no en la OEA? Los derechos humanos se defienden radicalmente en todos lados”, señaló el activista, quien recordó que el Gobierno de Colombia tiene pendiente todavía acreditar a su embajador en la OEA.

“Deben entender que al dictador Ortega no se le debe ceder el mínimo espacio, la comunidad internacional debe presionar para salir de él, debe rendir cuentas sobre asesinatos, secuestros, encierro a sus opositores, exilios. Hay crímenes de lesa humanidad que reclaman justicia y ellos, Daniel Ortega y Rosario Murillo, son los responsables. Deben enfrentar la justicia”, exigió.

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Carrión recordó que en el 2018 mientras Ortega asistía al supuesto Diálogo Nacional, seguía matando. “Muchos jóvenes, muchos opositores murieron mientras este señor y su esposa estaban sentados a la mesa supuestamente dialogando, cuando lo que hacían, era ganar tiempo para armar a los paramilitares responsables de más de 300 asesinatos”, acusó Carrión.

DICTADOR BUSCA AMIGOS LEJOS  

Aunque Ortega ha querido disimular la soledad en que se ha venido quedando, Cantón recordó por su lado, el peso de Colombia en la región. “Se trata de un país con mucha influencia en América Latina y el Caribe, un desaire del dictador Ortega va tener un impacto en la región”, advierte Cantón.

El funcionario de Diálogo Interamericano, señala que al régimen nicaragüense está convencido de que “ni Cuba ni Venezuela pueden ayudarlo ya y ha tenido que ir lejos; a China y Rusia para hacer creer que no está solo, pero lo está, sufre un severo aislamiento”, advirtió.

Cortés cree lo mismo. Recordó que Ortega vio en el ascenso de Petro la llegada de un aliado, pero no contaba con este revés. “Para la democracia, para los derechos humanos, la posición de Colombia es muy positiva, pero son malas noticias para para el régimen de Daniel Ortega”, comentó.

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Cantón agrega que la comunidad internacional ha visto con perplejidad el comportamiento de Daniel Ortega contra los opositores que mandó encarcelar. Fue preso político de una dictadura que ayudó a derrocar, y ahora no solo el dictador es él, sino que actúa como un verdugo parecido a Anastasio Somoza.

El mismo canciller de Colombia expresó su preocupación por la vida de los presos políticos. Cantón asegura que hay razón para creer que corren peligro. “Viven en extrema vulnerabilidad bajo procesos sin garantías y hay un jefe de Estado que los ataca frecuentemente, eso da luz verde para que el aparato represor los ataque también de forma violenta. Eso debe terminar", recomendó el especialista.