Un grupo de guatemaltecos demandan el cierre de embajada de Nicaragua en ese país por representar a un dictador

El guatemalteco Giovanni Fratti, del movimiento Guatemala Inmortal, llegó hasta la embajada de Nicaragua en Guatemala, para entregarle una carta al embajador orteguista y demandar el cierre de la sede por representar a una “dictadura ilegítima”.

“Exigimos su expulsión del territorio nacional de la República de Guatemala, en protesta e indignación por la profanación, ataque y acoso permanente que sufren las radioemisoras, TV y los templos y prelados católicos en Nicaragua”,  se lee en el documento.  

El Movimiento Guatemala Inmortal también acusa al diplomático de representar a una dictadura que "mancilla, insulta, encarcela y lacera la dignidad del pueblo nicaragüense", también lo señala de no respetar los derechos humanos más fundamentales ni la libertad política e individual.

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Además, reclaman por el acoso constante a monseñor Silvio Báez y a monseñor Rolando Álvarez, así como a “cientos de ciudadanos y cristianos nicaragüenses perseguidos, acosados  y atacados”.

DICTADURA ARIESGA LA REGIÓN, DICEN

Por otro lado, los integrantes de este movimiento cívico llaman régimen de narco-dictadores al de Daniel Ortega y Rosario Murillo, “dos delincuentes que ahora han encarcelado a más de 200 opositores políticos, sacerdotes, obispos, periodistas …”

Además, consideran que el régimen Ortega-Murillo pone en riesgo la seguridad regional del istmo centroamericano, “cuando su régimen corrupto fraterniza y colabora activamente con el régimen terrorista de Cuba, Venezuela, Irán, Rusia  y la dictadura comunista China, adicional al narcotráfico internacional”.

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En el documento reclaman que la dictadura Ortega-Murillo es la responsable de haber asesinado “a plena luz del día y frente a las cámaras de televisión” a estudiantes universitarios y ciudadanos que protestaban “hartos de la corrupción, el latrocinio y la violencia ejercida contra la ciudadanía  y para mostrar su descontento”.

En tono poco conciliador dejan estipulados que “como ciudadanos libres de un pueblo y de una república donde aún existe la libertad, lo repudiamos y exigimos al canciller de la república y ministro de relaciones exteriores  que por un mínimo de decencia y decoro nacional lo expulse a usted y a su misión diplomática”.

La misiva es firmada por Giovanni Fratti como representante del “grupo cívico ciudadano Guatemala Inmortal", definida como una red de defensa de la libertad, los derechos humanos y la soberanía de Guatemala.