La cúpula evangélica entrega a sus seguidores: También calla sobre la represión a su iglesia
Las iglesias evangélicas han respaldado la gestión de Ortega y han guardado silencio ante las violaciones de derechos humanos. Ahora Ortega también las suma a su cruzada represiva.
- September 22, 2022
- 08:09 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
El 28 de septiembre de 2008, un año después de haber llegado al poder, Daniel Ortega inauguró la Plaza de la Biblia en Managua flanqueado de los principales pastores evangélicos del país. Ese día inició el pacto que la iglesia Evangélica ha cumplido fiel con su silencio y sumisión, incluso ante la masacre de civiles en 2018 y la deriva autoritaria a cambio de todo tipo de prebendas.
Este jueves, una escena similar se vivió en Managua: complacidos los líderes evangélicos recibieron a la ministra de la Familia, Johana Flores, delegada por Ortega para conmemorar el Día de la Biblia. Ha sido una reafirmación de su lealtad, aun por encima del pueblo evangélico al que el líder sandinista mandó a prohibir que manifiesten su fe en las calles y plazas como la que hace 14 años les entregó en Managua y donde hasta les prometió 190 terrenos para edificar iglesias.
Analistas sostienen que la "ofrenda" de Ortega a los líderes evangélicos ha sido suficientemente "gratificante" para que ahora que la represión a alcanzado a sus adeptos, mantengan el mismo silencio que en 2018, cuando desde el El Carmen se ordenó terminar a fuerza de balas con las protestas que exigían el fin del orteguismo.
Queda claro que "Ortega ha roto con el pueblo evangélico, pero no con sus pastores", critica un experto en temas religiosos que pide anonimato.
A través de la Policía, la dictadura de Nicaragua prohibió que las diferentes denominaciones evangélicas salgan a las calles a celebrar con carrozas, lecturas y alabanzas los 453 años de la traducción de la Biblia.
Incluso, la prohibición solo se dio a conocer a través de un comunicado del Consejo Nacional de Pastores de Nicaragua, con sede en Nagarote.
MÁS NOTICIAS | Casi 7 mil nicaragüenses han solicitado refugio en México este año
El pastor Leonel Espinoza, líder del templo Rey de Reyes, de Palacagüina, dijo a un noticiero televisivo que ellos mismos llegaron al acuerdo de celebrar "cada uno en su templo". No reconoció que la orden de no realizar la denominada caravana de júbilo vino de la Policía Orteguista.
TEMEN ARREMETIDA COMO LA QUE SUFREN LOS CATÓLICOS
No obstante, entre los miembros de esta denominación religiosa hay inconformidad. No reclaman, dicen, por temor a que la dictadura tome represalias similares a las que aplica la iglesia Católica.
“Celebrar la Biblia no es nada malo, pero este es un precedente que nos augura que las cosas pueden llegar a un extremo insospechado. Se puede venir una persecución como la que están haciendo contra los hermanos sacerdotes y obispos”, dijo a DESPACHO 505 un pastor de la iglesia pentecostal bajo reservas de su identidad.
Sandra, evangélica desde hace dos décadas, hace gestos de decepción mientras ve por la televisión las expresiones de gozo en sus guías al saludarse con la ministra orteguista en el acto privado en el Olof Palme. "La verdad es que ellos (los pastores) son quienes mejor saben, y nosotros tenemos que confiar, aunque no estemos conformes, las escrituras también nos enseñan a obedecer", agrega.
CRUZADA CONTRA LA FE
La decisión de Ortega de prohibir cualquier actividad masiva ha tomado por sorpresa a los evangélicos.
Algunos expertos creen que la dictadura está firme en su cruzada contra cualquier forma de reunión, por lo que está dispuesto a aniquilar las actividades religiosas, atentando incluso contra al derecho constitucional de la libertad de credo.
La socióloga y feminista María Teresa Blandón considera que es incomprensible que “en algunos momentos (el gobierno) incluso ha apoyado económicamente la realización de estos eventos y ahora deciden prohibirlos por razones de seguridad, un argumento falaz, porque ni las misas ni los cultos que pueden llevar a cabo las iglesias constituyen un peligro para la ciudadanía; pero sí es un peligro el control del Estado, la censura, el amedrentamiento y la persecución como la que están siendo víctimas sacerdotes”.
En octubre de 2018, seis meses después del estallido social en Nicaragua, las iglesias evangélicas participaron en el denominado "Foro de la paz y solidaridad en Nicaragua", con el fin de lavar la cara de Daniel Ortega y dejarlo como el gran pacificador.
En ese momento, el reverendo José Luis Cerna, presidente del Comité Pastoral Evangélico de Zelaya Sur, acusó a la iglesia Católica de promover el caos y declaró que Daniel Ortega había promovido el camino de la paz de la mano de los evangélicos
“Como ministros de Dios estamos llamados a promover la paz, no la violencia. Cuando el presidente nombró a la iglesia Católica como garante del diálogo, 75 pastores estuvimos en contra de eso, porque sabíamos que no había mucha sinceridad por parte de los católicos”, dijo a los medios oficialistas.
El pastor acusó a los sacerdotes de dirigir los tranques y luego exaltó a Ortega: “El presidente decidió coger el camino de la paz para resolver la situación. Cuando el presidente habló sobre las comisiones de paz nos sentimos más fortalecidos y como más autorizados para hacer el trabajo y logramos en esa crisis desmontar el tranque pacíficamente, sin derramamiento de sangre, sin muerte y sin disturbios. Los hombres entraron a la iglesia a firmar la paz”.
Desde 2007, Daniel Ortega inició un plan de acción para legalizar a las iglesias evangélicas y ha entregado cerca de mil títulos de propiedad a distintas denominaciones. La última entrega fue de 75 títulos en mayo pasado.
UNA ALIANZA POR ENCIMA DE LO DIVINO
Los evangélicos y Ortega no comparten credo, pero el respaldo de estos ha sido incondicional. Un ejmeplo es su alineación política a la denominada Alianza Unida Nicaragua Triunfa, con la que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) corre en las elecciones y de la que hacen parte las organizaciones Partido Unidad Cristiana (PUC) y el Movimiento Evangélico en la Convergencia.
Así fue en las desacreditadas elecciones presidenciales de 2021 en las que Daniel Ortega y Rosario Murillo se aseguraron la reelección enviando a prisión a todos sus rivales y críticos. En respaldo a lo que la oposición y la comunidad internacional calificó de farsa electoral, la Federación de Iglesias Evangélicas Nicaragüenses (FIENIC), dirigida por Omar Duarte Pérez promovió una carta pastoral en la que orientaba a sus seguidores a acudir a las urnas.
El Ministerio Ríos de Agua Viva que preside el pastor Omar Duarte aparece en la lista de los pastores beneficiarios del Presupuesto General de la República 2022 con una partida de 100 mil córdobas.
LEA TAMBIÉN | Las iglesias evangélicas guardan silencio ante la prohibición de la Policía Orteguista de celebrar el Día de la Biblia
LOS MILLONES EN JUEGO
Una investigación realizada por el medio digital La Lupa reveló en 2019 el rédito económico que han obtenido al menos 94 entidades evangélicas a raíz del retorno al poder de Daniel Ortega, en 2007.
El reportaje identificó que el reverendo Neftalí Cortez, como presidente del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas de Nicaragua (CNIEN), recibió vía Presupuesto General de la República 341 mil 262 dólares que representa el monto más alto de las 94 congregaciones (55 organizaciones y 39 iglesias) que han sido financiadas.
Asimismo, la Asociación de Capellanes Cristianos Evangélicos liderada por el pastor Germán Jaén Somarriba y a la que pertenecen los pastores Luis Mendoza, Francisco Meléndez y Juan José Vanegas, que recibieron del presupuesto de 2019 253 mil 510 dólares. En junio de 2018, estos cuatro líderes evangélicos hicieron un llamado a la paz y la reconciliación a tono con el discurso oficialista.
La Fundación El Camino, del diputado Guillermo Osorno, percibió 46 mil 194 dólares. La Alianza Evangélica de Nicaragua cuyo pastor Mauricio Fonseca se reunió con Fidel Moreno y realizó una jornada de paz y reconciliación, recibió 131 mil 836 dólares.