El padre Erick Díaz de El Tuma - La Dalia se exilia por amenazas de cárcel de la dictadura

Cuatro días después del asalto de la Policía Orteguista en la Curia Episcopal de Matagalpa de donde fue sustraído monseñor Rolando Álvarez, el sacerdote Erick Díaz de El Tuma – La Dalia salió de Nicaragua al exilio. El domingo 21 de agosto ofició su última misa en la parroquia San José Obrero. Ese día sus feligreses le celebraban su cumpleaños número 33 y sin saberlo también se estaban despidiendo de él.  

Salió de Nicaragua por temor a ser encarcelado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que ha emprendido una feroz persecución contra la iglesia católico, especialmente contra la Diócesis de Matagalpa.  

En entrevista con DESPACHO 505, el padre Erick Díaz desde su exilio recuerda que ese día una persona le comunicó que la Policía Orteguista ya tenía la orden para ir a capturarlo.  

“Ni yo mismo sabía que ese día saldría al exilio. Esa fue una decisión que tomé en media hora y no me dio chance ni de despedirme de mi familia”, revela.  

Ese domingo, mientras celebraba su última misa varios policías vestidos de civil merodeaban la parroquia y días atrás se había incrementado el acoso policial en su contra.  

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Cuando terminó su misa se fue a la casa cural, alistó una mochila y empacó una mudada. Se trasladó a “un lugar seguro” y dos días después, el 23 de agosto, salió de Nicaragua por puntos no habilitados para resguardar su vida y su libertad.  

“Salí con una mochila vacía pero cargada de esperanzas y sueños” dice. “Mi único delito ha sido estar del lado de la verdad, del sufrido pueblo y de la defensa de los derechos de cada ciudadano”, enfatiza. 

DEFENSOR DE LOS DERECHOS CIUDADANOS 

El padre Erick Díaz fue ordenado diácono el 29 de junio del 2017 y en noviembre de ese mismo año recibió el grado de sacerdote.  

Su primera misión fue en la parroquia San José del municipio de Matiguás, Matagalpa. Recuerda esa parroquia como el lugar “donde más defendí los derechos de las personas”. 

Después fue trasladado por monseñor Rolando Álvarez a la parroquia Santa Lucía, del municipio de Ciudad Darío, y desde el 28 de febrero del 2021 asumió como párroco de la iglesia San José Obrero de El Tuma – La Dalia.  

“No ha sido fácil esta decisión, pero por encima de todo está la vida y los derechos inherentes a cada ser humano que han sido irrespetados", escribió en las redes sociales tras confirmar su exilio.  

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El sacerdote confía en que un día pueda regresar a Nicaragua, “donde podamos vernos como hermanos y sin miedo; donde nuestro obispo monseñor Rolando Álvarez siga llevando el gozo a cada comunidad”. 

La dictadura de Daniel Ortega tiene en prisión a siete sacerdotes acusados de delitos contra el estado y la sociedad nicaragüense y otros delitos comunes.  

También está bajo arresto domiciliario monseñor Rolando Álvarez sin que hasta ahora haya una acusación en su contra. El obispo cumple este domingo 53 días de encierro policial.