Daniel Ortega ataca al Papa y llama “perro bulldog” y “negro” a Brian Nichols 

El dictador Daniel Ortega no se midió este miércoles para criticar a quienes les exigen la liberación de los presos políticos y el retorno de la democracia en Nicaragua. Se lanzó con todo contra la iglesia Católica, los obispos, incluso contra el papa Francisco, al que desafió a ser electo con votos y dejar su condición de “tiranía perfecta”.

“Si tanto hablan de democracia, que lo hagan, que no sea como es, todos de dedo”, dijo un Ortega que llegó al acto de aniversario de su Policía con una carga de ofensas que repartió sin freno alguno. A Brian Nichols, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental del gobierno de Estados Unidos, llegó a decirle “negro” y lo comparó con un perro bulldog “que no para de ladrar”. “Ladra contra Cuba, ladra contra Venezuela, ladra contra Nicaragua y no para de ladrar el negro”, espetó.      

Se lanzó también contra el presidente Chile, Gabriel Boric, quien hace ocho días pidió durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas “seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua”.  “Que deje de estar con tantos chiles,  que deje de contar chistes”, dijo. “En Chile gobiernan bajo las leyes pinochistas, bajo las leyes de un tirano”, continuó.

Ortega dijo que ninguno tiene moral para exigirle a él la libertad de los presos políticos de Nicaragua, una admisión implícita de que sus opositores están detenidos por su voluntad, que incluso fue reafirmada en los reportes de su medio oficial.

Para cada uno de los demandantes, Ortega torció hechos que han ocurrido en sus países y los utilizó como argumentos para restarles mérito. ”El gobierno que quiere recibir aplausos del imperio yanqui y algunos de la Unión Europea, salen ahí como perritos falderos y pide que pongan en libertad a presos políticos. ¿Con que moral?”, se preguntó el dictador.

CONSUEGRO LE JURA LEALTAD EN NOCHE DE ASCENSOS

Durante el acto de celebración de aniversario de la Policía Nacional, Ortega y Rosario Murillo, su esposa, recibieron del jefe de la institución, su consuegro Franciscos Díaz, la promesa de mantener la lealtad a ciegas que le ha han demostrado desde la crisis de abril de 2018 y que le ha significado sanciones internacionales y un deterioro institucional sin comparación desde que fue fundada.

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Ortega por su lado le correspondió diciendo que es a la Policía —responsable de las graves violaciones de derechos humanos— que su régimen le debe mantenerse en el poder: “entregaron su vida por la libertad, por la seguridad de las familias, nos defendieron de la agresión terrorista golpista”.

Rosario Murillo fue la encargada de leer el Acuerdo Presidencial en el que Ortega anunció que 22 policías fallecidos durante las protestas sociales de hace cuatro años, serían ascendidos todos a comisionados generales y que su Presidencia, se encargaría de garantizarles los beneficios económicos del nuevo grado a sus familiares.

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También fueron ascendidos al mismo grado, los nueve comisionados mayores que Murillo anunció este martes y que según especialistas en temas de seguridad es parte del “sistema de compra” de lealtades que Ortega mantiene en la institución desde su regreso al poder en 2007.

SE LANZA CONTRA EL PAPA

Hace dos semanas el papa Francisco dijo que estaba vigente un diálogo con la dictadura para lograr la liberación de los presos políticos, aunque aclaró que no significaba estar de acuerdo con las cosas que hacía el régimen. Ortega lo cuestionó esta noche en una diatriba que inició con ataques a los obispos del país.

Después de un largo discurso cuyo recorrido inició con la conquista española, pasando por los crímenes de la Inquisición, el dictador recordó que en los días álgidos de la crisis de 2018, los obispos le propusieron que entregara el poder como una solución. “¿Desde cuando lo curas están para dar golpes de Estado?, ¿Desde cuándo pueden hablar de democracia?, ¿Con qué autoridad hablan de democracia?, ¿Quién elige al cura, quién elige al cardenal?, ¿Quién elige al Papa?”, se preguntó.

“Ahí estaban los obispos leyendo un ultimátum para qué, para que dejáramos el gobierno, para que luego ellos diluyeran a la Policía y al Ejército, diluyeran la Asamblea Nacional y luego buscar la forma de armar una estructura de gobierno con los terroristas, con los golpistas tranquilamente”, dijo.

El dictador hasta llegó a acusar a los obispos de hacer llamados para que lo mataran. “Algunos curas, algunos obispos llamando a la gente a que me metieran plomo. Miren qué clase de obispos y qué clase de curas lo decían tranquilamente, como una banda de asesinos, como una banda de criminales”, acusó el dictador, quien dijo que aunque él es católico ya no se sentía representado. “Hablan de democracia, pero no la practican”, insistió.

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"¡Cuánta ignorancia, cuánta mentira y cuánto cinismo! Un dictador dando lecciones de democracia; alguien que ejerce en forma ilegítima el poder, criticando la autoridad que Jesús otorgó a su Iglesia; alguien que es ateo, lamentándose de no sentirse representado por la Iglesia", criticó en un tweet, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.

CALLA SOBRE UE

Durante su discurso Daniel Ortega no abordó la crisis de su régimen con la Unión Europea, la que llegó a su máximo nivel con la exigencia que la embajadora Bettina Muscheidt dejara el país este miércoles.

La crisis, que aún no se ha hecho oficial por ninguna de la partes,  se hizo pública dos días después de que la Unión Europea reclamara a la dictadura en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, devolver la soberanía de Nicaragua al pueblo, respetar los derechos humanos y liberar a los presos políticos.