Obispo Báez: “Los tiranos le tienen miedo a la fe”
El obispo Silvio Báez llamó a los nicaragüenses a no perder la fe ante quienes pretenden silenciar la alabanza, impidiendo actividades religiosas e intimidando


- October 09, 2022
- 06:56 AM
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El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez se refirió este domingo a las violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua, principalmente contra la Iglesia Católica. El religioso instó a la ciudadanía a no perder la fe ante los "opresores" que pretenden "silenciar la alabanza de los pobres, impidiendo las manifestaciones religiosas populares e intimidando a la gente".
Instó a la unidad con un llamado a "caminar juntos y cantar siempre a Dios" ya que dijo que los “los tiranos le tienen miedo a la fe” mientra en el púlpito era acompañado por tres sacerdotes forzados al exilio debido a la persecución de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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"Los pueblos sometidos deben alabar y cantar a Dios”, remarcó.
Báez celebró la misa en la Iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos junto al padre Edwin Román, quien fuera párroco de San Miguel Arcángel en Masaya; el padre Erick Díaz, párroco de la iglesia San José Obrero en El Tuma-La Dalia en Matagalpa; y el padre Guillermo Blandón, párroco de la iglesia Santa Lucía Boaco. Todos los religiosos se exiliaron debido al asedio y represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
"Erick, dichosos los perseguidos por causa de la justicia, bienvenido", dijo monseñor Báez antes de iniciar la misa al párraco de la iglesia San José Obrerto.
Baé, quien fue retirado de Nicaragua por la Santa Sede por amenazas de muerte, también pidió unirse en oración por monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa quien se encuentra detenido y demandó su liberación.
“Los opresores quieren silenciar la alabanza de los pobres, impidiendo las manifestaciones religiosas populares e intimidando a la gente. Los tiranos le tienen miedo a la fe, al canto, al baile y a la alegría del pueblo que brota de su fe en Dios. No permitamos que la opresión y la crueldad de los poderosos logre silenciar jamás el canto de la fe, ni callar la voz agradecida del pobre que canta a Dios. Sé que es difícil. No es un canto fácil”, fueron parte de sus palabras.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en su arremetida contra la Iglesia Católica de Nicaragua ha prohibido procesiones religiosas y criminalizado a los religiosos, el caso más reciente es el de Masaya, donde la Policía impidió las expresiones de fe por las fiestas de San Jerónimo.
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El exhorto de Báez se da en momentos en que el régimen mantiene bajo arresto domiciliario a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa. Además, ha acusado de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa.
EL EXILIO FORZADO DE MILES DE NICARAGÜENSES
Báez en su homilía dijo que el pueblo nicaragüense se hace la misma pregunta que hizo el pueblo de Israel en el exilio de Babilonia, "¿Cómo cantar a Dios en tierra extranjera?" a propósito que la dictadura además de forzar a miles al exilio, últimamente implementa en destierro impediendo el ingreso de connacionales al país.
“Aun en la opresión y el exilio, es posible cantar a Dios cuando vivimos con la esperanza puesta en él y caminamos con fe en un éxodo en el que Dios nos va conduciendo a la liberación”, aseguró el obispo auxiliar.
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Añadió que la fuerza y grandeza del pueblo de Nicaragua es que nunca deja de cantarle a Dios “en el corazón mismo de la injusticia, mientras al mismo tiempo se esfuerza por soñar y construir una sociedad nueva”.
“Agradezcamos y alabemos siempre a Dios quien, como dice un salmo, “es justo y ama la justicia” (Sal 11,6), el Dios que está de parte de quienes luchan por un mundo nuevo, liberado de tantas lepras que denigran y humillan la dignidad humana”, explicó Báez.
LLAMADO A TENER FE
En su sermón dominical, el obispo citó el relato bíblico sobre la curación que hizo Jesús de un grupo de leprosos que sufrían discriminación, y recordó que la vida es un camino largo y “a veces escabroso, lleno de obstáculos, cansado, en subida, pero hay que caminar siempre”.
Señaló que la confianza en Dios era el impulso para arriesgarse a avanzar, soñar y construir, aunque “parezca que todo lo tenemos en contra”.
“La oración confiada dirigida al Señor vence la soledad, sana los corazones heridos, nos ayuda a superar nuestros miedos, nos libera de las esclavitudes que nos humillan y hace resurgir la esperanza cuando parece que ya no hay nada qué hacer. Cuando los hombres imponen barreras que dividen y se imponen con su crueldad destruyendo la dignidad de las personas, nos queda siempre el último recurso, el más poderoso: la oración”, expresó el religioso.
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Báez llamó a los nicaragüenses a caminar juntos, “nunca solos”, y a no ser indiferentes y respetar la diversidad de opiniones.
“Ya hemos sufrido mucho a causa de egoísmos estériles y confrontaciones inútiles que han hecho de la convivencia social una grotesca competencia. Necesitamos personas y grupos que caminen juntos, sin ponerse zancadillas, ni descalificarse unos a otros. No hay que caminar para llegar primero y acaparar privilegios y aplausos, sino para construir entre todos una convivencia nueva basada en la fraternidad, la paz y la justicia”, exhortó el obispo.