Nicaragua se desangra: Migración entregó en una semana 1.236 pasaportes por día

Cada día miles de nicaragüenses buscar huir del país de forma regular e irregular. De acuerdo con los registros de la última semana de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), cada día 1.236 nacionales estarían listos, con "sus pasaporte en mano", para dejar el país. El número de quienes abandona el país por puntos ciegos de las fronteras norte y sur es indeterminado.

La reciente y mayor ola migratoria, desde los picos registrados tras la Rebelión de Abril, confirma el agotamiento del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los ciudadanos, asolados por la pobreza y la represión, están buscando oportunidades en Costa Rica, España y Estados Unidos.

Según Extranjería, en la semana que va del 29 de octubre al 4 de noviembre 8.652 nicaragüenses recibieron la libreta de viaje que habían solicitado. “Estos números deberían de alarmar al régimen, pero todo lo contrario, informan feliz, lo suma a su próspero negocio de las remesas”, criticó el defensor de derechos humanos, Pablo Cuevas.

Cuevas, que en el exilio dirige la Defensoría Nicaragüense para los Derechos Humanos, dice que el comportamiento del régimen llega “a niveles grotescos”. “Ni Daniel Ortega, ni Rosario Murillo, logran siquiera imaginar lo que sufren los nicaragüenses para cruzar a Estados Unidos, porque es aquí a adonde viaja el que saca pasaporte, el que se va a Costa Rica viaja con su cédula y llega el mismo día”, explica.

Haydée Castillo, otra defensora de derechos humanos que dirige una organización de exiliados llamado “Nicaragüenses por el Mundo”, critica los números de la dictadura. “Esto ya refleja que el país entró a una crisis con daños irreversibles, quien sale de Nicaragua hoy, no volverá pronto y trabajará para la riqueza de otro país, no del suyo”, advierte.

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ENGAÑO ELECTORAL LO EMPOERA

Castillo señala que los falsos comicios municipales celebrados por la dictadura  han causado una “hemorragia migratoria” de gente de los municipios que quizás antes dudaban en irse. “Ahora ya no más. Tienen claro que esta situación es insostenible y que lo queda, es dejar el país por salud mental, económica y familiar”, señala Castillo.

“No ven futuro, ya dejó de ser un problema de una sola ciudad, la represión no será solo en Managua o las grandes ciudades, será en los pueblos pobres y alejados donde estén los alcaldes de la dictadura”, advirtió Castillo.

En eso coincide con Cuevas que señala que hay muy poca confianza en que el país mejore y eso explica la alta demanda de pasaportes, “aunque la dictadura pareciera presentarlo como turistas locales haciendo gestiones para viajar de vacaciones de fin de año”, acusó Cuevas.

“A la dictadura -agregó- no le importa la desintegración familiar, ni los muertos en el Río Bravo, ni los que han muerto en accidentes, ni los nicas víctimas de los carteles, solo le interesa la comisión por remesa que recibirá. Además de lo que está generando la venta de las libretas de viaje”.

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 ¿20 MIL NICAS SALEN SEMANALMENTE?

Tanto Cuevas como Castillo advierten que esos números, son tan solo una parte de los nicaragüenses que se están yendo cada día. “Hay quienes viajan a Estados Unidos y Costa Rica tan solo con la cédula y son miles”, dice Cuevas.

Para este año fiscal 2022, que comprende octubre de 2021 a septiembre de este año, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) reportó un total de 164,600 migrantes nicaragüenses detenidos en las fronteras cuando intentaban cruzar de manera irregular a Estados Unidos.

Cuevas dice que un monitoreo en el que la organización trabaja, tomando en cuenta esos datos de la CBP, y de los periódicos reportes de las autoridades mexicanas, calculan que unos 20 mil nicaragüenses han salido del país cada semana en los últimos dos meses.

“En estos momentos, unas 40 mil personas esperan visas humanitarias para moverse en México y cruzar cuando puedan a Estados Unidos, creemos que al menos 15 mil de ese grupo, son nicaragüenses, puede sonar exagerado, pero es la realidad”, señala el defensor de derechos humanos.

Castillo cree que más allá de la dictadura, deben haber actores sociales en Nicaragua y fuera que entren en reflexión sobre este problema. "Lo que está pasando es grave", advirtió.