El derrumbe de la dictadura y "el Cisne Negro que la persigue”, las teorías que llevaron a Óscar René Vargas a El Chipote 

Hace 55 años salvó a Daniel Ortega de morir acribillado en una casa en Managua y se exilió cuando criticó el manejo de la crisis de abril de 2018.

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  • noviembre 23, 2022
  • 01:02 AM

Al conocer este martes la detención de su padre, René Vargas Zamora, puso en sus redes sociales una foto que fue tomada a las 6:00 de la mañana del 26 de febrero de 1990. En ella se ve a un Daniel Ortega con el rostro descompuesto y a su derecha Bayardo Arce con signos de agotamiento; un pensativo Sergio Ramírez a su izquierda y detrás un reflexivo Óscar René Vargas.

Fue un día en que Daniel Ortega respetó por primera y única vez la voluntad popular, y Óscar René, el sociólogo que mandó a secuestrar este martes, figuró entre sus consejeros. Vargas dijo algún tiempo después que a Ortega le costó lidiar con un resultado electoral tan abrumador que le derrotó hasta el alma.  

De aquella vez han pasado 32 años. Óscar René, igual que Ortega, ahora tiene 77 años, es hipertenso y desde hace siete meses usa un marcapasos para vivir. Sin tomar eso en cuenta, este martes el sociólogo fue apresado y trasladado a El Chipote, la cárcel política donde son enviados figuras de alto perfil político, académico o social que resultan incómodos al régimen.           

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El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), denunció que la Policía Orteguista asaltó la casa del sociólogo en Managua y se lo llevó con violencia. Lo secuestró sin haber un proceso en su contra, sin orden de captura ni allanamiento ordenado por un juez, como ha ocurrido hasta hoy con todos los presos políticos.

LOS PECADOS DEL SOCIÓLOGO

Sergio Marín, director de la plataforma La Mesa Redonda, fue el último periodista al que Óscar René Vargas le dio una entrevista antes de su captura. Habló con él el lunes para criticar “las valoraciones positivas” que una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), le dio al manejo de la economía nicaragüense que hace la dictadura en medio de una severa crisis social y política. Antes el sociólogo había hablado en 100% Noticias.

Oscar René Vargas (camisa a rayas detrás de Ortega), hace 32 años años el 26 de febrero de 1990. Cortesía

Vargas desenmascaró al dictador y a los banqueros internacionales como lo hacía siempre, con la evidencia científica. Advirtió que vienen despidos masivos de trabajadores del Estado para el año 2023, que se reducirá más el poder adquisitivo de los nicaragüenses y habría más hambre y migración.

Pero el periodista dice estar convencido que el orteguismo no le perdona al sociólogo las teorías que con poderosa evidencia también venía acuñando sobre el futuro de la dictadura. “Él decía que se hace añicos por dentro", recuerda Marín. "La teoría de la implosión interna del Frente Sandinista y el Cisne Negro tienen nervioso al dictador”, advierte Marín.

El periodista recordó que los despidos, encarcelamientos y renuncias forzadas de gente de confianza en el Poder Judicial prueban la teoría de Vargas. “Las desbandadas de sandinistas a Estados Unidos prueban que la dictadura se desangra y eso lo advirtió con mucha antelación Óscar René”, señala Marín.

Anotó también que la teoría a la que más le teme el orteguismo es la del Cisne Negro. “Óscar René venía hablando de un evento inesperado, sorpresivo que se originaría producto de las termitas que carcomen al régimen y que cambiaría todo repentinamente. Sería el fin del régimen”, recuerda Marín.

La teoría del Cisne Negro fue desarrollada por el investigador libanés Nassim Taleb. Los intelectuales han dado como ejemplo de "cisnes negros" el inicio de la Primera Guerra Mundial, la gripe de 1918 o los atentados del 11 de septiembre de 2001 que repentinamente cambiaron la vida en Estados Unidos. Hay investigadores que creen que la pandemia del covid-19 fue el más reciente “Cisne Negro” del que se tiene registro.    

ÓSCAR RENÉ, OTRO QUE SALVÓ A ORTEGA

Muy pocos saben que el carcelero de El Carmen también le debe la vida a Óscar René Vargas, igual que se la debe a otros guerrilleros a quienes trató con crueldad, el más reciente caso, el del fallecido general y preso político de su régimen, Hugo Torres.

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Ocurrió hace 55 años y 19 días, exactamente el 4 de noviembre de 1967. Daniel Ortega escapó de morir acribillado en una casa del barrio Monseñor Lezcano, de Managua, gracias al sociólogo al que ahora receta cárcel. La Guardia Nacional ejecutaba un operativo para dar con los responsables de la muerte de un sargento somocista en cuya ejecución participó el ahora dictador.

Óscar René Vargas en sus tiempos de guerrillero. Cortesía

Los entonces guerrilleros Óscar René y su hermano Gustavo Adolfo escucharon del operativo en una radio y como sabían dónde se escondía Ortega con otros rebeldes, tomaron un carro de la familia y llegaron a sacarlos de la vivienda. “Huimos en las narices de los guardias. Daniel habría sido abatido en aquella casa, pero logramos llegar antes que la guardia comenzara los allanamientos”, contaría Vargas años después.

El sociólogo dijo en una entrevista a Infobae publicada el 20 de octubre de 2019, que no se arrepentía de aquella acción, porque no podría ser responsable de cómo cambian las personas, aunque admitió que Ortega era ahora la expresión del “mismo somocismo que antes” combatieron.

AUTOR DE 36 LIBROS

Como muchos después de aquella derrota electoral, Óscar René Vargas hizo su propio camino sin dejar de pertenecer al sandinismo. Tenía los suficientes estudios para convertirse en un intelectual consultado con frecuencia para analizar la situación política y económica del país.

Estudió sociología en la Universidad de Lausanne en Suiza; en el Instituto Universitario de Altos Estudios del Desarrollo de  Ginebra y en la Universidad de Ginebra, más un doctorado en economía política que concluyó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también impartió clases.  

En Nicaragua fue catedrático en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), en la Universidad Centroamericana (UCA), en la extinta Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) y en el Instituto de Altos Estudios del Estado Mayor del Ejército de Nicaragua, por citar algunas instituciones académicas.

Trabajó como investigador para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Con el retorno de Ortega al poder en 2007, fue llamado para desempeñarse como asesor principal de Miguel d'Escoto Brockmann cuando asumió en nombre del gobierno de Nicaragua la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York entre 2008-2009.

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El sociólogo, autor de 36 libros, rompió con el orteguismo tras la rebelión de abril de 2018. Criticar a Daniel Ortega y la forma en que manejó la crisis social, lo obligó a exiliarse en Costa Rica, donde estuvo hasta que volvió al país de forma silenciosa por asuntos de salud.

Para Marín los análisis audaces del sociólogo lo tienen ahora en El Chipote. “Es triste, pero lamentablemente no sorprende, esas son las victorias de Daniel Ortega y Rosario Murillo secuestrar, encarcelar, no les importa si es mujer, si es un  intelectual, si es gente mayor”, critica el periodista también en el exilio.

“Es una dictadura que sabe que nada va a perder porque se hace pedazos, porque un Cisne Negro, como dijo Óscar René, lo sigue y muy de cerca”, advirtió.               

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