“¡Vivas y libres nos queremos!”, el reclamo de las mujeres por las 57 asesinadas y 25 presas políticas en Nicaragua

Es el cuarto 25N que las mujeres nicaragüenses no pueden expresar sus demandas libremente, pero desde el anonimato o el plano virtual denuncian la desprotección y la persecución política

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  • November 25, 2022
  • 04:43 AM

Nicaragua llega a este #25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con 57 mujeres asesinadas y al menos 25 como prisioneras políticas. “¡Vivas y libres nos queremos!”, es el reclamo de las defensoras.  

La frase calca la gravísima realidad de las mujeres: desprotegidas frente a la violencia machista y criminalizadas como nunca antes en la historia del país.

Es el cuarto 25N que las mujeres nicaragüenses no pueden expresar sus demandas libremente. La criminalización de la defensa de los derechos humanos, de la libertad de expresión y otros derechos fundamentales, las obliga a plantear sus demandas desde el exilio, la clandestinidad o el anonimato de la virtualidad.

“Gana el machismo al amparo de una dictadura criminal”, reprocha una defensora que ve con preocupación los índices de violencia en el país y, particularmente, el alto grado de desprotección que afrontan las mujeres.

La violencia de género en su expresión más extrema ha cobrado la vida de 57 nicaragüenses, incluidos nueve femicidios ocurridos en el extranjero, según la más reciente actualización del monitoreo que realiza la organización Católicas por el Derecho a Decidir.

ESPECIAL: 25N | Defensoras indefensas y mujeres desprotegidas

Casa adentro el número de víctimas hasta lo que corre del mes de noviembre es de 48, siendo Managua y el Caribe Norte los sitios geográficos de Nicaragua más peligrosos para ser mujer este 2022, con un acumulado de 13 y 10 femicidios, respectivamente.

EL ESTADO NO PROTEGE A LAS MUJERES

Lo que estas cifras revelan, señalan las defensoras, es el estado de indefensión de las mujeres frente a la violencia machista, pues "el feminicidio es su manifestación más grave y cuantificable; pero no la única, y ese indicador de extrema agresión sirve para darnos una idea que la magnitud del problema que no está siento atendido en lo mínimo", analiza una defensora bajo anonimato.

En ese sentido, recrimina al Estado no solo su pasividad y la falta de políticas efectivas para contrarrestar la violencia de género, sino "el esfuerzo" que hace por ocultar las violencias y minimizarlas. "Es una conducta cómplice y criminal", acusa la defensora.

En el 2021, el la dictadura de Daniel Ortega solo reconoció 15 femicidios de los 71 registrados por Católicas por el Derecho a Decidir, el dato incluso refleja de "forma engañosa" una disminución del problema, pues en 2020 Nicaragua reconoció 22 de los 71 femicidios documentados por organizaciones civiles.

Esto se debe a que el marco legal en vigor limita el delito de femicidio a la relación de pareja y no reconoce a las niñas como víctimas de violencia machista.

PRISIONERAS BAJO TORTURA

La otra cara de la grave situación de la violencia contra la mujer en Nicaragua es la realidad de al menos 25 mujeres encarceladas, la mayoría bajo la custodia de la Dirección de Auxilio Judicial, una unidad de detención policial que la dictadura Ortega-Murillo ha convertido en un penal de máxima tortura de prisioneros políticos de alto perfil.

En esa cárcel, conocida como El Chipote, están recluidas lideresas políticas, feministas y defensoras, la mayoría acusadas de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” por ejercer el derecho a disentir y opinar.

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) destacó que las presas políticas, "que desde las infrahumanas cárceles del régimen Ortega-Murillo siguen luchando por la justicia, la libertad, la democracia y los derechos humanos en Nicaragua".

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