La acusación contra monseñor Álvarez es un hecho sin precedente en Nicaragua, señalan historiadores
La actual represión del régimen convierte a Daniel Ortega en el más fiero perseguidor de la iglesia nicaragüense


- December 15, 2022
- 08:00 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
La acusación formal en contra de monseñor Rolando Álvarez, por parte de la justicia del régimen Ortega-Murillo, es un hecho sin precedentes en la historia de Nicaragua, explicaron a DESPACHO 505 un historiador de la iglesia católica nicaragüense y el analista político Onófre Guevara.
"Lo de monseñor Álvarez no se había visto nunca. No ha habido otro obispo acusado. Ya podríamos considerar a (Daniel) Ortega como el más grande perseguidor que ha tenido la Iglesia en Nicaragua en toda la historia", indicó un especialista en la historia de la iglesia que pidió omitir su identidad.
El historiador explicó que han ocurrido hechos de persecución graves contra la iglesia en Nicaragua, empezando por el asesinato de Fray Antonio de Valdivieso en la época de la colonia española, llegando hasta 1881, con la expulsión de los jesuitas, y los ataques del dictador José Santos Zelaya, entre 1893 y 1909.
ORTEGA HA SIDO "DESTRUCTIVO"
Sin embargo, el historiador indica que las últimas acciones de Daniel Ortega han sido "destructivas" en contra de la iglesia católica nicaragüense.
Por su parte, el analista político Onófre Guevara manifestó a DESPACHO 505 que, desde el asesinato de Valdivieso, "no se ha visto nada parecido" a lo que ocurre hoy con monseñor Álvarez.
Según Guevara, en Nicaragua no ha habido muchos episodios de persecución contra la iglesia porque casi siempre la iglesia ha sido aliada del poder.
LA CEGUERA POREL PODER
"La ceguera por el poder, la ambición de controlarlo todo, hace que este gobierno (de Daniel Ortega y Rosario Murillo) estén viendo como enemigo a todo el que no admita lo que ellos dictan y por eso están considerando rebelde a la iglesia. En su concepción del poder, ellos creen que la iglesia es una enemiga de la supuesta segunda etapa de la revolución (sandinista)", manifestó Guevara.
El historiador de la iglesia católico advirtió que, aunque José Santos Zelaya ha sido visto como uno de los presidentes nicaragüenses que más problemas tuvo con la iglesia, algunos hechos llevaban a suavizarlo, como el que su hija estudiaba en el colegio La Asunción y que él necesitaba a los sacerdotes para que trabajaran en la Costa Atlántica, en un momento en el que era reciente su reincorporación a Nicaragua.
En cambio, en el caso de Daniel Ortega, el historiador señala que se trata de un dictador que "se siente acorralado". "Todo lo que está haciendo contra la Iglesia, contra monseñor Álvarez, no tiene sentido", expresó.
Lea más: El régimen Ortega Murillo ha perpetrado 396 ataques contra la iglesia Católica en cuatro años
A la actual persecución que realiza Ortega contra la Iglesia, se le suman los actos de los años ochenta, cuando el gobierno sandinista que él presidía expulsó del país al obispo Pablo Vega y le tendió una trampa sexual a monseñor Bismarck Carballo, entonces director de Radio Católica, además de expulsar a otra buena cantidad de sacerdotes.
ÚNICOS ANTECEDENTES
El sacerdote español Antonio de Valdivieso fue asesinado en Nicaragua en 1550, por matones enviados por Hernando de Contreras, debido a la defensa que ejercía de los indígenas.
Otro hecho violento contra la Iglesia nicaragüense se registró en 1881, cuando el gobierno de Joaquín Zavala expulsó a los jesuitas, señalados de haber colaborado con la rebelión de indígenas de Matagalpa en ese año.
Los años de gobierno de José Santos Zelaya también fueron difíciles para la iglesia católica nicaragüense. Zelaya le quitó el control de la educación, de los casamientos y de los cementerios. Además, expulsó del país en 1898 al obispo Simeón Pereira y Castellón.
Las persecuciones a la iglesia cesaron tras la caída de Zelaya y no se volvieron a ver hasta que los sandinistas llegaron al poder en 1979.
Daniel Ortega regresó al poder en 2007. Al principio se entendió bien con la Iglesia, al punto de aprobar la penalización del aborto terapéutico, pero las relaciones comenzaron a enfriarse en 2014, cuando los obispos le presentaron una serie de propuestas para mejorar las condiciones democráticas en el país.
La situación empeoró en 2018, tras las protestas de abril, y desde entonces hay obispos y sacerdotes obligados a irse al exilio, entre ellos el obispo Silvio Báez. Además, hay 11 religiosos procesados penalmente.
El último capítulo de las agresiones del régimen Ortega Murillo fue la acusación penal contra monseñor Álvarez, este martes 13 de diciembre. Algo que nunca se había visto en la historia de Nicaragua, un obispo católico acusado y encarcelado.