Rosario Murillo amenaza con expulsar a diplomáticos críticos de su régimen al recitar la canción “Soberanía”
Para la vocera del régimen, esa canción de la propaganda orteguista representa un nuevo “himno de Nicaragua” y la utiliza como recurso para despotricar contra las voces críticas.


- December 17, 2022
- 02:36 AM
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Rosario Murillo usando nuevamente la retórica antiimperialista amenazó este viernes con expulsar a los diplomáticos críticos de su régimen acreditados en Nicaragua y les dijo que el que "quiera hablar violentando nuestros derechos soberanos que se quite la investidura” y "que hable miércoles, pero afuera".
La funcionaria arremetió al hacer referencia a la canción Soberanía, emblema de la propaganda de la dictadura que ataca directamente al embajador de Estados Unidos en Managua.
Al recitar la canción hizo énfasis en que si “cualquier diplomático” quiere criticar su gestión lo debe de hacer afuera del país. La comunidad internacional ha señalado que Nicaragua se debe encaminar nuevamente por la senda de la democracia, además han hecho llamados a liberar a los más de 235 presos políticos y parar la represión y detenciones contra la Iglesia católica de Nicaragua.
“Aquí si quieren hablar que se quiten la investidura y verán que poco dura su estancia en esta tierra, porque todos los países tienen sus embajadores, pero el que quiera hablar violentando nuestros derechos soberanos que se quite la investidura” amenazó Murillo.
La canción Soberanía se estrenó el 23 de junio del año pasado y se entona en la mayoría de los actos a los que asiste el dictador Daniel Ortega, pero según Murillo es “un himno de Nicaragua” ya que representa que “somos un pueblo soberano”.
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El pasado 6 de marzo, el régimen de Daniel Ortega expulsó a monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico de Nicaragua, expulsión que en su momento la Santa Sede calificó de “injustificada, grave y unilateral”.
La dictadura no pasó allí y a finales de septiembre ordenó la salida de Bettina Muscheidt, embajadora de la Unión Europea en Managua. El régimen mantiene una guerra diplomática contra los países que le han instalado a que Nicaragua retome el camino de la democracia y que han sancionado a sus funcionarios.
MURILLO DICE QUE NO HABLA DE GUERRA
Mientras que con Estados Unidos en julio de este año le retiró «inmediatamente» el beneplácito que había concedido al embajador designado Hugo Rodríguez, propuesto por el presidente Joe Biden.
El diplomático había hablado de la posibilidad de expulsar a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, conocido como Cafta-DR, como un mecanismo de presión.
“Y hay uno con arrogancia se abre en los corredores de la Casa Blanca, es que si él quiere hablar que se quite la investidura, y verá que poco dura su estancia en esta tierra. No estoy hablando de guerra, estamos hablando de exigir, que si quiere hable miércoles, cualquier diplomático afuera, donde pueden decir lo que quieran”, continuó Murillo parafraseando la canción.
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El último llamado al régimen lo hizo este jueves el alto comisionado de la Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, durante la presentación de un informe que documenta al menos 225 detenciones arbitrarias de 225 personas por sus posiciones políticas y críticas al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Türk lamentó que el Gobierno de Nicaragua se haya negado a cooperar con las distintas instancias de Naciones Unidas en materia de derechos humanos durante este año.