Ruth Tapia exhibe malestar del régimen por caída de Evo Morales en Bolivia

Ortega y Murillo no reconocen que hubo fraude electoral en Bolivia, aunque el mismo Evo Morales aceptó repetir la elección. Ven un golpe de Estado “ensayado” en otros países con planes de agitación y alteración política.

Ruth Tapia, embajadora Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), evidenció la molestia del régimen de Daniel Ortega por la caída del ahora expresidente de Bolivia, Evo Morales, mediante lo que califica como un “golpe de Estado” impulsado por Estados Unidos; el mismo argumento que utiliza para desconocer el estallido social de los nicaragüenses desde abril de 2018.  

El régimen sostiene que en Bolivia se dio una “funesta ruptura del orden constitucional que fue preparada con antelación, premeditación, interés y alevosía, culminando el Golpe de Estado con la imposición de los fusiles de las Fuerzas Armadas que obligaron a la renuncia de Evo Morales”. 

Durante la sesión del Consejo Permanente que evaluó la situación de Bolivia, Ruth Tapia dijo que a través de “planes de agitación y alteración política” en ese país ocurrió un desconocimiento a una institucionalidad “democrática, legítima, propia, competente y designada por los pueblos y gobiernos electos legalmente”.  

La diplomática orteguista ignoró los resultados de la auditoría de la OEA a las elecciones presidenciales de Bolivia que confirmó que hubo fraude electoral mediante manipulación de actas, padrones y sistemas de transmisión de datos. Por el contrario, atacó a la OEA por el trabajo realizado.  

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“En Bolivia se vivió el irrespetuoso desconocimiento de las instituciones y de la voluntad de su pueblo, en flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas y de la Carta de la OEA, que fue invitada a participar, observando, y terminó convertida en juez, árbitro, pontificando y sentenciando, sin ningún derecho, sobre un proceso propio, nacional, donde las mayorías dieron su respaldo a Evo Morales”, agregó la embajadora del régimen. 

ALMAGRO: GOLPE SÍ, PERO CON EL FRAUDE 

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, rechazó la versión del golpe de Estado por la fuerza a Evo Morales, argumentando que el verdadero golpe se dio “cuando se cometió un fraude electoral” en Bolivia, con un intento por parte de Morales de “quedarse en el poder robándose una elección”. 

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El embajador de Estados Unidos, Carlos Trujillo, celebró el papel de las fuerzas militares en Bolivia, diciendo que actuaron de manera “neutral”. 

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“Lo que estos grupos [policía, fuerzas armadas] estaban haciendo es proteger a los bolivianos de un presidente que quería mantener el poder, robando las elecciones”, dijo el diplomático estadounidense. 

En una declaración conjunta 15 países miembros llamaron que se celebren nuevas elecciones en Bolivia. 

“Hacemos un llamado para que se defina una presidencia provisional (…) y que se dé inicio a una convocatoria de elecciones lo más pronto posible”, dijo el embajador de Brasil ante el organismo como parte una declaración conjunta de 15 países, incluidos Estados Unidos, Colombia y Perú.