Dennis Martínez llama a la unidad de la diáspora, de la que ahora forman parte los 222 expresos políticos desterrados
El exbig leaguer dijo que los que ejercen el poder en el país fueron obligados a "doblar su brazo, a tragar saliva y comerse sus palabras", pero que la libertad "es un paso importante, pero no el definitivo, apenas es el comienzo”.


- February 13, 2023
- 07:47 AM
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El exbig leaguer nicaragüense, Dennis Martínez, llamó a la unidad contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo al proponer “organizar una diáspora nicaragüense para integrar un bloque común” que responda a las necesidad que tiene el país en estos momentos.
Martínez dijo en una artículo publicado esta mañana en el diario La Prensa, que se sentía muy contento con la liberación de los 222 presos políticos, pero señaló que a él como a muchos, “le causó repudio hacia sus captores" y "hacia quienes dan las ordenes, al escuchar los relatos de cómo eran tratados y lo que pasaron mientras eran injustamente privados de su libertad”.
Además, dijo que la alegría era incompleta por los quedaron presos aún, entre ellos, monseñor Rolando Álvarez. “Todavía el país sufre las consecuencias de ser gobernado por líderes que desde hace mucho tiempo, perdieron la vergüenza y hunden cada vez más a nuestra nación en la miseria".
Para Martínez, quien en noviembre del año pasado sufrió un arremetida de la dictadura al ordenar quitar su nombre al Estadio Nacional porque la gloria deportiva criticó su uso para la represión, la liberación de los prisioneros “es una victoria de la diplomacia y de la presión de la comunidad internacional”.
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En ese sentido, señaló que el anuncio de más sanciones, “obligaron a los que ejercen el poder a doblar su brazo, a tragar saliva y comerse sus palabras. No obstante, la libertad es un paso importante, pero no el definitivo, apenas es el comienzo”, remató.
EL PRINCIPAL RETO: LA UNIDAD
El jueves pasado, sorpresivamente, la dictadura expulsó a 222 presos políticos, entre ellos siete exaspirantes presidenciales, ciudadanos opositores, analistas y defensores de derechos humanos, a quienes sus carceleros subieron a un avión con destino a Washington.
Para el régimen, los expresos políticos fueron desterrados por supuestamente “traicionar a la patria”. De inmediato aceleró una reforma constitucional con las que les arrebató la nacionalidad nicaragüense. Una acción que ni la dictadura de Somoza ejecutó contra los enemigos que desterró a lo interno del país.
Según Martínez, las liberaciones abren un espacio para “un segundo oxígeno” a aprovechar. “Los presos políticos liberados encendieron las esperanzas de ver un milagro a corto plazo de romper las cadenas a toda la nación y construir una nueva Nicaragua, para eso se necesitan elecciones adelantadas con todas las garantías internacionales", aseguró.
“Y digo –agregó-- que renovaron las ilusiones por recuperar el país porque todo esto sucedió de un momento a otro, cuando se vio al terruño dormido y adaptándose a vivir bajo la soga al cuello de la represión, amenazas, corrupción, injusticia y sin democracia, apareció la noticia que nos tiene a todos contentos”.
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“Aquí viene el siguiente paso elemental: la organización de la diáspora nicaragüense. Ahora hay muchos líderes desde la popularidad, la intelectualidad, la experiencia y la juventud para organizar un bloque de nicaragüenses con la capacidad de reacción como uno solo ante las necesidades del país”, dijo.
"APRENDER LECCIONES"
Martínez llamó a aprender de las lecciones del pasado, sobretodo en lo relacionado a la división por protagonismos. “Considero que el pasado nos ha enseñado que habrá que dejar los protagonismos, los egos y el orgullo a un lado, para darle paso a los verdaderos intereses del pueblo de Nicaragua”, señaló.
“La clave es aprender de los errores, en retomar el pasado como eje de decisiones que no se deben repetir. Tener tantas figuras capaces es positivo, no obstante, querer caminar unilateralmente solo traería como consecuencia la desunión y desilusión de los nicaragüenses”, dijo Martínez, que finalizó su artículo enviándole un abrazo a monseñor Rolando Álvarez a quien calificó como un soldado de “elite de Dios”.
“El rompe con sus acciones lo que es ser un verdadero cristiano, de acciones y no de palabras, es un claro representante de Dios en la tierra y su decisión, si bien es cierto le costó su libertad física, mostró la verdadera cara del monstruo gubernamental", dijo.
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Aseguro que el religioso no estaba solo. "Álvarez es más nicaragüense que las personas que le arrebataron su nacionalidad. El Papa está con él, las leyes constitucionales lo respaldan y posee el amor y respeto de todos”, señaló.