Monseñor Báez pide oraciones ante la crueldad del régimen Ortega Murillo contra el obispo Rolando Álvarez

Celebró su primera misa como apátrida y llamó a "aprender a combatir el mal"

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  • February 19, 2023
  • 06:20 AM

Monseñor Silvio Báez pidió oraciones a favor de monseñor Rolando Álvarez, ante la crueldad que está cometiendo en su contra el régimen Ortega Murillo, que lo tiene encarcelado en una celda de castigo y condenado a más de 26 años de cárcel.

"Como todos los domingos celebro esta eucaristía con nostalgia, con dolor y con esperanza, sobre todo pensando en mi hermano obispo, monseñor Rolando José Álvarez, obispo de Matagalpa. Pidámosle al Señor que le dé fortaleza en estos momentos tan duros en que sufre una injusticia tan cruel de parte de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua", expresó monseñor Báez.

El sacerdote pidió para que monseñor Álvarez pueda estar libre pronto.

"Que (Dios) le dé fortaleza, que le dé mucha salud y que le dé esperanza y discernimiento en su espíritu. Oremos por él para que el Señor lo proteja de todo mal y muy pronto lo veamos libre en medio de su pueblo", añadió.

Tras la condena a Álvarez, porque se negó a subir a un avión para ser desterrado junto a otros 222 prisioneros políticos, el régimen también despojó de su nacionalidad a todos los presos políticos y luego a 94 nicaragüenses más, entre ellos el propio obispo Silvio Báez.

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Tras estas barbaries de la dictadura nicaragüense, monseñor Silvio Báez dedicó la misa de este domingo a invitar a las víctimas de la dictadura a "aprender a combatir el mal".

Desde la iglesia Santa Agatha de Miami, Báez analizó la "ley del talión", que se encuentra en el libro de Éxodo y que habla del "ojo por ojo, diente por diente", que se estableció en el antiguo Israel como una forma de detener la violencia, "estableciendo hacer a los demás exactamente lo mismo que ellos habían hecho, sin provocarles más daño del que habían provocado".

Según Báez, "para Jesús esta ley es insuficiente, porque no arranca la violencia de raíz, sino que más bien la multiplica y la aumenta".

"Jesús nos invita a no reaccionar contra el agresor de la misma manera violenta con la que él ha actuado contra nosotros. No se trata de una llamada a la resignación, ni a la pasividad ante el mal recibido. El ideal evangélico no es la sumisión de los miedosos, ni la indiferencia de los acomodados. Jesús tampoco nos pide ignorar las exigencias de la justicia, sino no confundir la justicia con la venganza", explicó.

El sacerdote manifestó que, frente a una ofensa recibida o a una maldad de la que se ha sido objeto, todos sentimos espontáneamente rencor, indiferencia, resentimiento y, en el peor de los casos, deseos de venganza.

"Desgraciadamente sigue habiendo verdugos y víctimas, opresores y oprimidos. Y la reacción natural es devolver la violencia recibida, actuar con el agresor agrediéndolo igualmente y maltratar a quien nos ha maltratado. Pero de este modo el mal sigue aumentando y su espiral diabólica continúa destruyendo personas, familias y sociedades enteras", dijo Báez.

Sin aludir al despojo de la nacionalidad que realizó el régimen Ortega Murillo, Báez indicó que la llamada de Jesús a renunciar a la violencia "va dirigida sobre todo a los poderosos, a quienes poseen el dinero y las armas, que son quienes pueden oprimir violentamente a los más débiles e indefensos".

"Esta llamada al amor la deben escuchar los tiranos de turno que se dejan arrastrar por sus ambiciones irracionales, actúan con odio, buscan la venganza y hasta manipulan el derecho y las leyes para hacer el mal y someter a los pueblos. La historia les debería enseñar que con su odio, su crueldad y su violencia son ellos mismos quienes se destruyen. Nunca ningún opresor termina bien ni ningún dictador triunfa indefinidamente", enfatizó el religioso.

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