Protesta universitaria contra Ortega se enciende de nuevo

Estudiantes han protestado este miércoles en el recinto de la UAM, un día después de que jóvenes de la UCA demandaran al régimen respeto a la iglesia Católica y libertad para los presos políticos.

La chispa universitaria que encendió las protestas en abril de 2018 se ha encendido nuevamente. Los estudiantes de la Universidad Americana (UAM), propiedad del Ejército de Nicaragua, han dejado los salones de clases para manifestarse en contra de la dictadura de Daniel Ortega, y demandarle respeto a la iglesia Católica  y la liberación de los presos políticos, entre los que se encuentran 13 miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), detenidos en Masaya el pasado jueves.

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La mañana de este miércoles más de una centena de universitarios realizaron un plantón en el recinto, acechados por la Policía Orteguista. Ayer martes, fueron los estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) que también se manifestaron dentro de la sede. Los agentes bloquearon los portones de la casa de estudios, pero los estudiantes respondieron con chorros de agua y consignas contra la dictadura y en solidaridad con la iglesia Católica, víctima de una campaña de hostigamiento y profanación de sus templos.

“El pueblo unido, jamás será vencido”, “la Iglesia se respeta”, “el que no brinque es sapo”, “Ortega, Somoza, son la misma cosa” gritaron los universitarios. Los jóvenes que hablaron con los medios dijeron no sentir miedo por las represalias que las autoridades de la UAM puedan emprender en su contra, y más bien anunciaron que realizaran protestas todos los días hasta que el régimen libere a los presos políticos. Trabajadores de la UAM grabaron a los jóvenes y periodistas que daban cobertura.

Por más de una hora los estudiantes se mantuvieron dentro del reciento universitario y contaron no sentir miedo a la presencia de las fuerzas represoras del régimen. Las demandas de los estudiantes de la UAM se suman a la de sus pares de la UCA que han exigido libertad y justicia. En 2018, los estudiantes de la UCA juntos con jóvenes de otros recintos protagonizaron la mayor protesta social de las últimas décadas, arrinconando a Ortega para que derogara una controvertida reforma a la  Seguridad Social.

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El asedio consecutivo que vive la iglesia San Miguel, Masaya, la toma de la Catedral de Managua por turbas orteguistas y posterior golpiza al sacerdote Rodolfo López ha provocado indignación en la ciudadanía nicaragüense. Además, los jóvenes se ha solidarizado con las madres de los presos políticos que mantienen desde hace siete días una huelga de hambre en Masaya, como medida de presión para que el régimen libere a sus hijos.

La Policía desde el año pasado ha impedido a los opositores manifestarse, por lo que ha mantenido un estado de sitio de facto en  Managua y otras ciudades del país. Además, el régimen ha ejercido control absoluto en las universidades públicas de la nación por temor a un estallido similar al de abril de 2018. Pese a eso los jóvenes responden: “Se metieron con la generación que no tiene nada que perder, ni casa, ni trabajo, ni jubilaciones, no tenemos nada, ¿qué miedo vamos a tener?”