Denuncian que monseñor Álvarez pasa sedado en El Infiernillo, pero ni la familia ha podido verlo

Entre las últimas filtraciones de los reos sobre la condición de monseñor Rolando Álvarez hay dos versiones: unos lo reportan “relajado” y “bastante bien”, y otros afirman que lo notan adormecido como si le estuvieran suministrando algún tipo de sedante

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  • March 02, 2023
  • 04:25 AM

Desde el 9 de febrero que fue trasladado del Aeropuerto Internacional de Managua al Centro Penitenciario Nacional, en Tipitapa, no ha recibido una sola visita. Ni siquiera la de un familiar.

Las noticias sobre la situación del obispo de la Diócesis de Matagalpa dentro del penal solo se conocen de boca de reclusos que afirman haberlo visto y de fuentes eclesiales que siguen de cerca su caso. Todos coinciden en que el jerarca católico está recluido en la galera 300, un lugar que los reclusos apodan como El Infiernillo, porque es la zona de castigo donde -según denuncias- los internos son sometidos a todo tipo de torturas.

ESPECIAL: Rolando Álvarez, el obispo del pueblo

Entre las últimas filtraciones de los reos sobre la condición del religioso hay dos versiones: unos lo reportan “relajado” y “bastante bien”, y otros afirman que lo notan adormecido como si le estuvieran suministrando algún tipo de sedante, “probablemente en la comida o el agua”.

La condena a más de 26 años de prisión y el aislamiento carcelario de monseñor Rolando Álvarez acapara el interés mundial: es el primer miembro de la alta jerarquía católica convertido en preso político, un hecho grave no solo a nivel local, pues es algo a lo que no se han atrevido las otras dictaduras de la región.

Tanto así que este miércoles la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, se comprometió a visibilizar su caso en esa instancia. Sé que la embajada está absolutamente involucrada con esto (la denuncia) y sé que el buró para el hemisferio occidental está involucrado, pero, en Nueva York, puedo asegurarles que también yo estaré involucrada”, dijo en una audiencia ante el Congreso de EEUU, Thomas-Greenfield.

VENGANZA POLÍTICA

La orden de trasladar al penal de máxima seguridad a monseñor Álvarez fue una represalia de la dictadura, porque rehusó subir al avión en el que sería desterrado a Estados Unidos, junto a otros 222 presos políticos. Esa versión la dio el dictador Daniel Ortega en una comparecencia en la que acusó al obispo de soberbio y energúmeno.

Un día después del discurso de Ortega, el 10 de febrero, el magistrado orteguista del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), Octavio Rothschuh, leyó para los medios oficialistas la sentencia condenatoria contra monseñor Rolando Álvarez, en la que fue declarado «traidor a la patria» y autor de cuatro delitos en perjuicio de la sociedad y el Estado de Nicaragua: menoscabo a la integridad nacional; propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación; obstrucción de funciones y agravada desobediencia o desacato a la autoridad.

Esa sentencia selló un largo encierro policial en Managua que comenzó en la madrugada del 19 de agosto de 2022 cuando la Policía asaltó el palacio episcopal de Matagalpa y lo trasladó a la capital junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días cercados.

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