De indocumentada a maestra en Estados Unidos, la historia de la nicaragüense Marina Moncada

Marina Moncada relata el drama de su familia en Estados Unidos que empezaron de cero. “Salimos en incertidumbre”, dice la ahora escritora que vive su retiro en Los Ángeles, California

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  • March 04, 2023
  • 04:15 AM

Corría el año de 1979 cuando Marina Moncada, junto a su esposo y sus hijos, tomó sus maletas y se convirtió en una de los miles de nicaragüenses que llegaron a Estados Unidos, huyendo de un país convulso que terminó envuelto en una guerra.

“Salimos en incertidumbre”, dice la ahora escritora que vive su retiro en Los Ángeles, California, luego de trabajar en varias escuelas de Estados Unidos, como psicóloga y consejera.

Muchas personas que migran a Estados Unidos con un título universitario deben olvidarse de su carrera, porque no son reconocidos o porque deben enfocarse en trabajar para comenzar de cero. No fue el caso de Moncada, quien logró ejercer su profesión en un país que no era el suyo.

“En la UCA me gradué y para ser sicóloga, en ese entonces, había que estudiar psicopedagogía y yo sin proponérmelo egresé con dos carreras, sin imaginar que eso me serviría en Estados Unidos”, relata Moncada a DESPACHO 505.

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Explica que tomó varios cursos y estando en Estados Unidos presentó exámenes de cualificación que eran necesarios para ejercer, para lo cual tuvo que regresar a la universidad.

“Nos establecimos en Estados Unidos y estuve algún tiempo solo cuidando a mis hijos, pero un día decidí aplicar para un trabajo y entré a trabajar en un programa privado al que la Corte refiere a las personas que conducen bajo influencia del alcohol o las drogas. En ese trabajo caí en gracia y me contrataron sin siquiera tener papeles, pero la directora regional me entrevistó dijo que yo era la persona que estaba buscando”, comparte Moncada.

DISCIPLINA Y PERSEVERANCIA

Estuvo en ese trabajo durante diez años y una vez tuvo sus documentos en regla, hizo el examen estatal para poder ejercer en el campo educativo.

“Le tenía miedo a ese examen y eso me detenía, pero decidí confiar en mis capacidades y conocimientos, y aprobé el examen y cambié de empleo. Entré a una escuela en la que yo era como el nexo entre ella y la comunidad. Me gustó mucho ese trabajo, pero luego el programa llegó a su fin y yo debía seguir adelante”, recuerda.

Cuenta que su trayecto profesional fue una suerte de retos, que libró con disciplina y la determinación a salir adelante. Recuerda por ejemplo que para convertirse en maestra suplemente presentó una prueba académica compleja que tras superarla le permitió trabajar en el campo de la educación "y ahí me quedé hasta que me jubilé”, aporta.

DE PSCICOPEDAGOGA A ESCRITORA

A la par de su carrera como psicopedagoga, su otra gran pasión es la literatura, desde que a los 11 años leyó Crimen y Castigo, Fiódor Dostoyevski.

“Nunca me imaginé que iba a escribir, pero toda mi vida he pasado leyendo, ahora que estoy jubilada me doy cuenta que cuando se va la juventud empiezan a venir las dolencias, pero no se me ha quitado el gusto por la literatura. No puedo pasar un día sin leer y me he dado cuenta que lo que me llevó a la escritura fue la lectura”, señala.
Antes de lograr publicar un libro, Marina Moncada fue invitada a publicar en el Nuevo Amanecer Cultural, de El Nuevo Diario.

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“Yo no podía creer que me iban a publicar, me parecía mentira y a Edwin Yllescas le mandé mis poemas y no me los criticó más bien me los elogió”, dice sobre la forma en que rompió el cascarón y dio a luz a sus versos hasta publicar su obra Memoria Desplomada.

Ha participado en festivales de poesía y pronto podría dar la sorpresa con su segunda obra. Marina Moncada es un ejemplo de que con esfuerzo se puede superar aún en un país ajeno al que llegó indocumentada.

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