“Todas sus actuaciones las damos por inexistentes”, dice el régimen a la OEA

La posición oficial del régimen Ortega-Murillo es “dar por inexistente la llamada Comisión de Alto Nivel de la OEA y por consiguiente algo que no existe no puede producir informes ni opiniones, mucho menos recomendaciones o imposiciones injerencistas”.

El régimen Ortega Murillo desconoció y rechazó el informe sobre Nicaragua que la Comisión de Alto Nivel de la OEA presenta esta mañana ante el Consejo Permanente y en el que concluye que en el país hay una ruptura del orden constitucional.

“Todas sus actuaciones las damos por inexistentes”, declaró ante el plenario Ruth Tapia, embajadora de Nicaragua ante la OEA quien en una segunda intervención dio lectura a la nota de protesta que dirigió al gobierno de Costa Rica en el que lo acusa de hipócrita, injerencista, arrogante e ignorante.

Tapia enfatizó que la posición oficial del régimen Ortega-Murillo es “dar por inexistente la llamada Comisión de Alto Nivel de la OEA y por consiguiente algo que no existe no puede producir informes ni opiniones, mucho menos recomendaciones o imposiciones injerencistas”.

EN REBELDÍA

La diplomática orteguista recordó que desde que se aprobó la conformación de la Comisión para procurar una salida negociada a la crisis que padece el país desde abril de 2018, la posición de Nicaragua ha sido de absoluto rechazo.

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Mencionó que Nicaragua ha “rechazado y declarado de nulidad absoluta y sin ningún efecto vinculante para nuestro país la resolución injerencista de la pasada Asamblea General de la OEA y el intento de crear el intento de crear una comisión sobre Nicaragua y las acciones e informes que de esta se deriven.

"El gobierno de Nicaragua como país libre, independiente, soberano y con autodeterminación reafirma su ruta de paz, estabilidad, seguridad y progreso, enmarcada en el cumplimiento de su Constitución, su Estado de Derecho, su genuina democracia y las elecciones generales en el año 2021". concluyó.

No obstante, la Comisión, en su informe concluye que el país atraviesa una situación crítica, determinada por un patrón continúo de acciones dirigidas a coartar los derechos de los ciudadanos. Señala que en Nicaragua existe “una alteración del orden constitucional que afecta gravemente el orden democrático”.