Sacerdote panameño narra su expulsión de Nicaragua: «Me acusaron de organizar al pueblo contra el Gobierno»

Durante una entrevista con un medio hondureño, el religioso dijo que sus comentarios a la luz del Evangelio pudieron incomodar al régimen.

None
default.png
  • April 04, 2023
  • 11:14 AM

El sacerdote panameño Donanciano Alarcón fue acusado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de poner a los ciudadanos en su contra. Por eso, según su testimonio, decidieron expulsarlo del país de una manera abrupta: “Usted queda fuera ya no puede entrar más aquí’, le dijeron las autoridades policiales cuando lo pusieron en territorio hondureño.

Cuando el religioso preguntó por su pasaporte y prendas personales, la respuesta fue: “se lo damos ahora, espérelo, pero del otro lado”. No es cierto que haya sido expulsado descalzo. "Eso es mentira. Yo venía de la misa, yo estaba elegante, porque a los panameños nos gusta andar elegante, sobre todo a los coloneses (de la provincia de Colón). Yo andaba guapetón, nada de que estaba descalzo, ni nada de eso”, agregó.

LEA TAMBIÉN: La dictadura expulsa de Nicaragua a sacerdote panameño por hablar de monseñor Álvarez 

El sacerdote aclaró, durante una entrevista al medio RPC Radio, que la expulsión no se dio por realizar una procesión el Domingo de Ramos, como se dijo en un primer momento, sino por comentarios que expresó en las misas y por haber pedido la libertad de monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel.

“Pueden ser comentarios indirectos porque nunca eran comentarios directos a ningún partido ni a ningún grupo X. Por ejemplo, si el Evangelio hablaba de la justicia, yo tocaba el tema de la justicia, porque son temas como muy sensibles en la actualidad cómo se encuentra el país, puede ser que eso ha molestado y de eso fue lo que me acusaron, que yo había organizado al pueblo contra el Gobierno", comentó el religioso.

El sacerdote de 49 años había llegó al país como misionero y estaba a cargo de la parroquia María Auxiliadora del municipio de San José de Cusmapa, Madriz, perteneciente a la Diócesis de Estelí, cuyo administrador apostólico es monseñor Álvarez.

ABORDADO AL MOMENTO DE SALIR DE LA MISA CRISMAL

Alarcón fue abordado por la Policía Orteguista al salir de la misa Crismal, que se realizó en la ciudad de Estelí. Los oficiales lo detuvieron en la carretera, cuando se dirigía junto a otras personas a almorzar, y luego lo subieron a la patrulla.

“Él (la persona) que estaba al frente de la operación era uno que estaba sin uniforme, pero había uniformados”, contó el sacerdote durante la entrevista.

LEA TAMBIÉN: El femicida de la joven de San Pedro de Lóvago tenía antecedentes por amenazas e intimidación a la mujer 

Tras la detención, lo llevaron directo a la frontera Norte Mientras que, al otro religioso que lo acompañaba, lo escoltaron para que fuera a buscar el pasaporte, la ropa y la computadora de Alarcón. Todos esos objetos le fueron entregados.

El religioso indicó que en el contexto que vive el país hay que ser cuidadoso con lo que se dice y “puede ser que yo fui demasiado desafiante y aquí tengo una cucharada de mi propia medicina”.

COMUNIDADES SIN SACERDOTES

Alarcón recomendó a religiosos que están en el país a ser “muy cautelosos”, porque al darse estas expulsiones la comunidad y los feligreses son los que sufren.

“Ahora nosotros teníamos 45 pueblos y hay un sacerdote de 78 años, él se cansa, ahora nuestra congregación tiene el problema de a quién envía, quién quiere ir allí y seguir una misión muy bonita con gente muy comprometida”, manifestó el religioso.

Nunca habría deseado irse de Nicaragua, pero admite que la situación política “está más allá de nuestras fuerzas”. Actualmente se dirige a San Pedro Sula, Honduras donde conocerá su nuevo destino. La congregación a la que pertenece tiene presencia en cinco continentes.

Espera que los Ortega-Murillo no lo denigren ahora que fue expulsado del país. Al ser consultado cómo se encuentran los otros religiosos nicaragüenses frente a las presiones que ejercen los Ortega-Murillo, señaló que es "incomodo y piden que la gente siga orando por ellos".

"Ellos tienen que obedecer estar obedientes y ya porque sino queda el pueblo sin atención espiritual".

Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando

Donar